Uno de los grandes retos que enfrentan los estudiantes de bachillerato es elegir su carrera universitaria y culminar con éxito la educación superior. Sin embargo, muchos de esos no tienen los recursos por lo que terminan dejando este plan de lado e inician su vida laboral.
Por esta razón, Harold Jair Terryll Caraballo, un joven cartagenero, busca impulsar la educación superior como una gran oportunidad para la vida laboral. (Médico cardiólogo colombiano nadó 19 horas para concientizar al mundo sobre el autismo)
“Todos en la vida tenemos dificultades, luchas, problemas. Pero lo que nadie nos puede arrebatar son las ideas, y esas ideas se hacen realidad si sales a demostrarlo con hechos, de lo contrario esos sueños quedan ahí en la mente”, fue la reflexión de Harold Jair al periódico El Universal.
Harold Jair Terryll es la prueba de que con perseverancia y el deseo de salir adelante, todo se puede lograr. Este joven no destacó con altas calificaciones durante su vida en el colegio, pero tenía claro propósito de entrar a la universidad y ser profesional para tener mayores oportunidades en la vida.
Ahora, a sus 28 años, tiene cinco títulos y otros cinco cursos, Terryll es profesional en Administración de Empresas y Contaduría Pública. Es magíster en Administración de Empresas, egresado de la Escuela Europea de Dirección y Administración, y magíster en Administración Gerencial, tras recibir una beca como reconocimiento del gobierno de México en 2015, luego de mostrar un macroproyecto en los municipios de Zacatecas (México). (En Medellín convirtieron un basurero en uno de los jardines más grandes de Colombia)
A los cinco años, Harold Jair tuvo que separarse de su mamá, ella tuvo que irse para buscar mejores oportunidades, por lo que el niño vivió en casa de su abuela. Quedarse sin su mamá lo motivó a trazarse una meta, estudiar y tener el dinero suficiente para traer a su mamá de vuelta al país y poder darle una mejor calidad de vida. (El colombiano que trabaja junto a Elon Musk para poner a la humanidad en el espacio)
“Aunque era muy pequeño, yo entendía que mi mamá se iba a Venezuela para sacarnos adelante. Entonces me fijé una meta y decidí cambiarle la cara a la moneda: ser yo el que trabaje para traer a mi mamá de regreso a Cartagena a vivir con ella, sin que nos mantuviera”, recuerda el joven al periódico El Universal.
Actualmente, este cartagenero es docente universitario, analista de costos en una de las empresas más prestigiosas del país en tecnología y es revisor fiscal de una compañía nacional. Además, es conferencista y en cada una de sus charlas busca impactar la vida de los jóvenes impulsando a que trabajan por sus sueños y que le den la oportunidad a una carrera profesional.
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