El presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas en Colombia (Asinfar), José Luis Méndez, considera que las empresas afiliadas están preparados para el proceso de fabricación y distribución de las vacunas. Colombia se podría posicionar en el mercado farmacéutico gracias a la capacidad de producción y al talento humano que le permitía al país comenzar a producir sus propios inmunizadores en sus distintas etapas.
El Gobierno abrió la posibilidad de que en el país se retome esta actividad y la noticia fue recibida con entusiasmo por parte de las farmacéuticas. El objetivo es que Colombia participe en la última etapa de desarrollo de las vacunas, y no que trabaje en el desarrollo de una propia. (Colombia llegó a 5 millones de ciudadanos inmunizados ¡Siguen llegando vacunas!)
Desde Asinfar se podría aportar con la fabricación de aquellas vacunas que no tienen una tecnología tan avanzada, es decir, aquellas que no son biotecnológicas. Entre ellas se encuentran: Sinovac, de la farmacéutica China, la vacuna Jansenn de Johnson & Johnson, y el biológico de Rusia, la Sputnik V.
En el país no se producen vacunas desde 1998
José Luis Méndez, presidente del gremio de la industria farmacéutica, Asinfar, recordó que desde los años 90 se suspendió la producción de biológicos. La última vez que se hicieron vacunas en el país fue en 1998, y hubo una producción de 2,5 millones de frascos para la fiebre amarilla, 11 millones de la vacuna para el tétanos y 6 millones para la tuberculosis, entre otras.
Sin embargo, luego del cambio de reglas globales sobre las plantas de producción de vacunas, el Gobierno prefirió importar y no gastar para invertir en las adecuaciones que requerían las nuevas normas internacionales.
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