Las personas tetrapléjicas, que han perdido la función motora y sensorial de sus extremidades superiores e inferiores debido a una lesión en la médula espinal, enfrentan desafíos significativos en su vida diaria y movilidad. Sin embargo, en los últimos años, se han realizado avances en la investigación y tecnología médica que han brindado esperanza y posibilidades de recuperar la capacidad de caminar para algunas personas tetrapléjicas.
Una de las tecnologías que ha mostrado prometedoras perspectivas es la estimulación epidural. Este enfoque implica la aplicación de corriente eléctrica a la médula espinal por debajo del sitio de la lesión, con el objetivo de activar las vías nerviosas y permitir el control y la función de las extremidades inferiores. Estudios clínicos han demostrado que la estimulación epidural puede permitir que algunas personas tetrapléjicas recuperen la capacidad de mover las piernas y, en algunos casos, incluso de caminar con soporte o dispositivos de asistencia.
Otro enfoque prometedor es la interfaz cerebro-computadora, que utiliza tecnología avanzada para conectar el cerebro con dispositivos externos, como exoesqueletos o prótesis robóticas. Esta tecnología permite que las señales cerebrales de una persona tetrapléjica se traducen en comandos que controlan los movimientos de las extremidades artificiales. Aunque aún se encuentra en etapas experimentales, la interfaz cerebro-computadora ha demostrado resultados alentadores y ha permitido que algunas personas tetrapléjicas realicen movimientos básicos e incluso caminan con la ayuda de estos dispositivos. (Adriana Herrera: el ángel que cuida y le da fuerza al ‘Profe’ Montoya)
Sin embargo, una colombiana participó en el diseño de “un puente digital” que logró hacer lo imposible: devolverle la capacidad de caminar a un hombre de 40 años tetrapléjico.
Gert-Jan Oskam, un ingeniero holandés, quedó tetrapléjico tras un accidente en bicicleta en el año 2011, en China, cuando iba a casa desde el trabajo; ahora, una imagen suya le está dando la vuelta al mundo, ya que se le ve caminando con naturalidad, erguido.
Todo se debe a un grupo de científicos que desarrollaron el tipo de tecnología explicado anteriormente y en el que una colombiana fue partícipe.
Este ‘puente digital inalámbrico’ logró restaurar la conexión perdida entre el cerebro y la médula espinal de Gert-Jan Oskam, con la ayuda de dos implantes en su cerebro que leen su mente y envían la señal a otro implante de su médula. Ahora, el hombre puede ponerse de pie, subir escaleras y caminar.
“Este estudio es un paso de gigante hacia el sueño de restaurar el control motor voluntario en pacientes que sufran enfermedades neurológicas, como pueden ser las lesiones medulares, los ictus, el párkinson y el temblor esencial”, celebró el neuroingeniero español Eduardo Martín Moraud, que participó en los experimentos con animales de esta tecnología y es citado por El País de España.
El mismo medio resaltó a la neuroingeniera colombiana Andrea Gálvez, bogotana de 32 años y una de las autoras del nuevo estudio.
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