Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland descubrieron en 1801 la palma de cera, que al ser presentada ante la ciencia en 1805, era el árbol más alto conocido hasta entonces en el planeta. Esta maravillosa especie fue designada como el árbol nacional y aunque es de gran importancia para el ecosistema y es el hogar de varias especies, está en peligro de extinción.
La palma de cera del Quindío crece en muy pocas áreas en Colombia. Además de en el Valle del Cocora, también se encuentran en Tochecito, una región en la provincia Tolima y en el municipio de El Cerrito en el Valle del Cauca. (Sembrarán 700 mil árboles para restaurar la Sierra Nevada de Santa Marta)
Precisamente en esta zona del país se encuentra un proyecto ambiental que busca proteger a esta especie y evitar su completa extinción. Se trata de Paraíso de las Palmas, una zona de protección y conservación de estos imponentes árboles.
Hace algunos años, las zonas ricas en esta especie eran poco conocidas debido a la presencia de grupos armados en esos lugares. Debido a la violencia, se logró la preservación de estos árboles, pero en los territorios conocidos había una tala indiscriminada de palma de cera, especialmente para festejar la Semana Santa. (Por cada niña que nace, mujeres de un pueblo plantan 111 árboles)
Sin embargo, desde 2012 se logró explorar a fondo la riqueza de los municipios y se descubrieron nuevas zonas ricas en esta especie. Sin embargo, la ganadería y el cultivo de frutas como el aguacate Hass pone en peligro los pocos ejemplares del árbol nacional de Colombia.
Aunque las palmas de cera viven cerca de 200 años, tardan 50 años en llegar a su vida adulta y 80 más en alcanzar su vida reproductiva. Por eso, el colectivo ambiental Paraíso de las Palmas, tiene la iniciativa de hacer una ‘sembratón’ de Palmas de cera para reducir el riesgo de extinción de la especie. Carlos Andrés Londoño y Edwin Muñoz Jurado son quienes impulsan este proyecto que además, robustece estrategias locales y nacionales de conservación. (Privados de la libertad reforestarán Colombia y trabajarán en restauración ecológica)
En Paraíso de las Palmas se desarrollan actividades de turismo de naturaleza y se adelanta una alianza de conservación nacional que consiste en sembrar las plántulas de la palma, frutos en descomposición que dan lugar a nuevos árboles.
“Hemos iniciado estas grandes campañas de ‘sembratón’ con actividades teórico-prácticas que buscan educar y sensibilizar a las personas acerca de la importancia del árbol nacional”, detalla Muñoz, administrador de Paraíso de las Palmas.
A esta iniciativa se sumó El santuario de Tochecito, en el departamento del Tolima. De esta forma no solo logrará protegerse la palma, también diferentes especies de aves, tucanes y un tipo de halcón en Colombia.
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