Foto de referencia: Pixabay.com
En los municipios de Cerrito y San Andrés, en Santander, un grupo de 19 familias forma parte de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor, quienes se han unido en una importante iniciativa liderada por la Fundación Parque Jaime Duque para preservar y conservar todas las especies que habitan en el precioso Páramo del Almorzadero.
Su labor se enfoca en cuidar y proteger a los icónicos frailejones, fundamentales para el equilibrio ambiental del ecosistema.
La iniciativa ha dado origen a una singular ‘guardería’ de frailejones, la cual se ha convertido en un lugar de amor y cuidado para estas plantas esenciales. En los viveros construidos, se resguardan con esmero tanto los frailejones adultos como las plántulas más jóvenes, que en unos años se convertirán en guardianes del vital recurso del agua.
El proceso de conservación comienza con la recolección de semillas en el páramo. Una vez recogidas, se inicia el delicado proceso de siembra en los criaderos especialmente habilitados para este propósito.
Allí, un equipo de personas se encarga de velar por su crecimiento, brindándoles el amor necesario y proporcionándoles la cantidad adecuada de agua para su desarrollo óptimo.
Andrea Flórez, Coordinadora de Educación Ambiental del Proyecto Cóndor de la Fundación Jaime Duque, es una de las madrinas de este importante trabajo y explica el significado detrás de esta labor: “La tarea es recoger gran cantidad de semillas y llevarlas al vivero, para que cuando ya tengan un crecimiento óptimo podemos sembrarlas en un espacio que está delimitado para que terminen de hacer su proceso de crecimiento”, dijo para la Radio Nacional de Colombia.
Esta maravillosa guardería de “alta montaña” recibe un invaluable apoyo por parte de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor, cuyos miembros son conscientes de la importancia de proteger el entorno natural en el que viven. Su trabajo conjunto en la conservación de los frailejones contribuye a preservar la biodiversidad y a mantener en equilibrio este frágil ecosistema de páramo.
El Páramo del Almorzadero es un tesoro natural que merece ser protegido y conservado para las futuras generaciones. Gracias a la dedicación y esfuerzo de estas familias campesinas y la Fundación Parque Jaime Duque, el cuidado de los frailejones y la preservación de toda la fauna y flora del páramo están garantizados.
Una lección valiosa de coexistencia armoniosa con la naturaleza que debe inspirar a todos a ser guardianes comprometidos del medio ambiente.
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