En la Clínica General del Norte de la ciudad de Barranquilla nació Jerónimo, el primer bebé en la historia de la medicina del país operado prenatalmente por una malformación en su columna. Aunque esta cirugía se realizaban en Colombia desde hace unos años, para el procedimiento era necesario extraer al bebé del útero para realizar la operación.
La operación se llevó a cabo por cinco médicos liderados por el doctor Miguel Parra, médico ginecobstetra primatólogo, señaló que Jerónimo le ganó la batalla a los mielomeningoceles, una enfermedad que genera la malformación en la columna y produce defectos en la médula espinal.
“Lo operamos de un defecto en el cual la columna no se ha cerrado y como resultado de esto ocurre que se obstruye una masa con nervios y meninges a través de la columna. Al pasar esto el bebé puede nacer con una lesión bastante importante que le puede impedir mover sus piernas y podría ocasionarle incluso un daño en el sistema nervioso central”, informó el especialista a Blue Radio.
La cirugía prenatal para el mielomeningocele se ha realizado en el mundo desde el año 1997, cuando se hizo la primera en Filadelfia, Estados Unidos. Sin duda, esta intervención tiene la ventaja porque el daño en la médula espinal no continúa avanzando, al operar al bebé antes de las 26 semanas. (En Colombia continúan los avances para frenar el alzhéimer y una mujer en Antioquia sería la clave)
Hace varios años este proceso se realiza en el país, sin embargo, es mediante técnica abierta, haciendo una esterotomía abriendo el útero. La cirugía da los beneficios del tratamiento prenatal, pero tiene el inconveniente del parto prematuro, lo novedoso del caso del niño Jerónimo es que nace a término y sin cicatriz, ya que el proceso se llevó a cabo por unos orificios de 3 milímetros con 3 puertos, cuyo procedimiento se llama cirugía fetoscópica o endoscópica.
El mielomeningocele es un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente, por esta razón provoca un conducto raquídeo incompleto y la médula espinal y las meninges sobresalen de la espalda del niño.
La malformación fue detectada cuando tenía 16 semanas de gestación, por lo que se inició un proceso de preparación y a las 26 semanas fue intervenido.
“Después de la cirugía el niño mejoró en un 60 % la posibilidad de caminar. En este momento los neurólogos y neonatólogos que lo han valorado han considerado que no tiene signos de hidrocefalia. Los especialistas han considerado que se encuentra en buenas condiciones por lo que ya fue dado de alta”, afirmó Miguel Parra a Los Informantes del Canal Caracol.
El bebé, nace a 37 semanas y un día, con 2.910 gramos, y el 15 de noviembre fue dado de alta. Hasta el momento el pequeño presenta buena movilidad en extremidades inferiores y no tiene signos de hidrocefalia. (La historia del estudiante de medicina que perdió sus brazos y que ahora sueña con convertirse en cardiólogo)
Los médicos afirman que de no haber realizado este procedimiento prenatal por fetoscopia a causa de una malformación en su columna, llamada espina bífida: la columna vertebral de Jerónimo no se hubiera cerrado por completo y se podría haber formado un quiste, gracias a esta cirugía el bebé nació en las mejores condiciones de salud.
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