
Vitaminas y alimentos ideales para cuidar la salud de los ojos
Nuestros ojos son un órgano vital que, a lo largo del tiempo, está expuesto a múltiples factores que pueden afectar su salud: la luz azul de pantallas, la radiación ultravioleta, la contaminación, el envejecimiento y el estrés oxidativo, entre otros.
Para cuidar la visión y prevenir enfermedades oculares como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), las cataratas o la fatiga visual, resulta fundamental mantener una alimentación equilibrada y rica en nutrientes específicos. En este artículo, abordaremos las vitaminas y micronutrientes ideales para proteger los ojos, explicando sus beneficios, fuentes naturales y recomendaciones generales de ingesta.
1. Vitamina A: el pilar de la visión nocturna y la salud de la córnea
Funciones principales
-
Contribuye a la formación de rodopsina, la proteína presente en los bastones de la retina que permite la adaptación a la visión nocturna.
-
Mantiene la integridad de la superficie ocular (córnea y conjuntiva), favoreciendo la producción de células epiteliales que protegen el ojo de infecciones.
Fuentes alimenticias
-
Hortalizas de color naranja y amarillo: zanahoria, calabaza, boniato y pimiento amarillo.
-
Vegetales de hojas verdes: espinaca, acelga y brócoli, que aportan betacarotenos (provitamina A).
-
Hígado (especialmente de res o pollo), uno de los alimentos con mayor concentración de retinol.
-
Lácteos enteros: mantequilla, huevos (especialmente la yema) y quesos, que contienen retinol preformado.
Recomendaciones generales
-
La ingesta diaria recomendada de vitamina A para adultos oscila entre 700 µg (microgramos) de retinol equivalente (RE) en mujeres y 900 µg RE en hombres.
-
Una porción de zanahoria cruda (aprox. 100 g) aporta alrededor de 835 µg RE, cubriendo más del 90 % de la necesidad diaria de un adulto.
-
En personas con deficiencias (por ejemplo, fumadores o adultos mayores), puede considerarse un suplemento de vitamina A bajo supervisión profesional para evitar carencias que lleven a xeroftalmia o disminución de la agudeza visual nocturna.
2. Vitamina C: antioxidante para las estructuras oculares
Funciones principales
-
Actúa como antioxidante, neutralizando radicales libres generados por la exposición solar y la polución, lo cual protege las células de la retina y el cristalino.
-
Participa en la síntesis de colágeno, componente esencial en la córnea y los vasos sanguíneos del ojo.
-
Puede reducir el riesgo y retrasar la progresión de cataratas.
Fuentes alimenticias
-
Frutas cítricas: naranja, toronja, limón y mandarina.
-
Bayas: fresa, frambuesa, moras y arándanos.
-
Vegetales crucíferos: brócoli, coles de Bruselas y coliflor.
-
Pimientos rojos y verdes: muy ricos en vitamina C, incluso más que algunas frutas.
Recomendaciones generales
-
La ingesta diaria recomendada (IDR) de vitamina C para adultos es de 75 mg en mujeres y 90 mg en hombres; en fumadores se sugiere añadir +35 mg/día.
-
Consumir un vaso de jugo de naranja (200 ml) aporta aproximadamente 90 mg de vitamina C, cubriendo las necesidades diarias.
-
Para quienes trabajan muchas horas frente a pantallas o viven en zonas de alta contaminación, un refuerzo a través de fruta fresca y verduras crudas es crucial para prevenir el estrés oxidativo.
3. Vitamina E: protección contra el daño oxidativo
Funciones principales
-
Actúa como un poderoso antioxidante liposoluble que protege las membranas celulares de las células oculares, especialmente las del cristalino y la retina.
-
Contribuye a retrasar la progresión de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Fuentes alimenticias
-
Aceites vegetales: aceite de germen de trigo, aceite de girasol y aceite de oliva extra virgen.
-
Frutos secos y semillas: almendras, avellanas, pistachos y semillas de girasol.
-
Vegetales de hoja verde: espinacas, acelgas y col rizada.
-
Pescados grasos: aunque en menor proporción, el salmón y la caballa aportan vitamina E junto con omega-3.
Recomendaciones generales
-
La IDR de vitamina E para adultos es de 15 mg (22,4 UI) diarios.
-
Un puñado (30 g) de almendras contiene alrededor de 7 mg de vitamina E, casi el 50 % de la dosis diaria recomendada.
-
En dietas muy bajas en grasas o en personas con malabsorción de lípidos (por ejemplo, enfermedad celíaca no controlada), podría ser necesario valorar un suplemento de alfa-tocoferol, siempre bajo supervisión médica.
4. Zinc: mineral clave para la retina
Funciones principales
-
Interviene en la conversión de vitamina A en su forma activa en la retina.
-
Forma parte de enzimas antioxidantes que mitigan el daño por radicales libres.
-
Contribuye al mantenimiento de la pigmentación de la mácula y, por ende, a la agudeza visual.
Fuentes alimenticias
-
Mariscos: principalmente ostras, almejas y cangrejo, con alta biodisponibilidad de zinc.
-
Carnes rojas magras: carne de res, cordero y cerdo.
-
Legumbres: garbanzos, lentejas y frijoles negros (aunque contienen fitatos que reducen la absorción, se mejora al remojarlas).
-
Cereales integrales y semillas: pipas de calabaza, semillas de sésamo y avena integral.
Recomendaciones generales
-
La ingesta recomendada de zinc para adultos es de 11 mg diarios en hombres y 8 mg diarios en mujeres.
-
Tres ostras medianas aportan aproximadamente 74 mg de zinc (mucho más de la dosis diaria), por lo que no es necesario consumir cantidades excesivas; basta una ración moderada de mariscos 1–2 veces por semana.
-
En personas veganas o vegetarianas, es importante combinar legumbres con cereales integrales y semillas para optimizar la absorción de zinc.
5. Luteína y zeaxantina: carotenoides esenciales para la mácula
Funciones principales
-
Se concentran en la mácula lutea (región central de la retina) y filtran la luz azul nociva, protegiendo las células de la retina del estrés oxidativo.
-
Contribuyen a mejorar el contraste visual y la agudeza, especialmente en condiciones de alta luminosidad o al amanecer/atardecer.
-
Estudios sugieren que una mayor ingesta está relacionada con un menor riesgo de DMAE.
Fuentes alimenticias
-
Vegetales de hoja verde oscuro: espinacas, col rizada (kale), acelgas y brócoli.
-
Pimientos amarillos y naranjas: fuente destacada de zeaxantina.
-
Maíz y guisantes: aportan cantidades moderadas de luteína.
-
Yema de huevo: aunque en menor proporción, la lutetina de la yema se absorbe con mayor eficiencia gracias a su matriz lipídica.
Recomendaciones generales
-
No existe una IDR oficial para luteína y zeaxantina, pero se recomienda una ingesta combinada de 6–10 mg al día (por ejemplo, 5 mg de luteína + 1 mg de zeaxantina).
-
Una taza (aprox. 30 g) de espinaca cocida contiene alrededor de 12 mg de luteína y zeaxantina en conjunto, superando la dosis diaria recomendada.
-
Si la ingesta a través de la dieta es insuficiente (por ejemplo, en personas que comen pocas verduras), se pueden considerar suplementos que combinen luteína, zeaxantina y otros antioxidantes (vitamina C, E y zinc) en formulaciones específicas para la salud ocular.
6. Ácidos grasos omega-3 (DHA y EPA): apoyo antiinflamatorio y estructural
Funciones principales
-
El ácido docosahexaenoico (DHA) es fundamental para la membrana de los fotorreceptores de la retina, favoreciendo la función visual.
-
Los omega-3, en general, tienen propiedades antiinflamatorias que benefician el ojo seco, la inflamación ocular y pueden retrasar la progresión de enfermedades degenerativas.
-
Participan en la lubricación del ojo, al incidir en la película lagrimal y reducir los síntomas de fatiga visual.
Fuentes alimenticias
-
Pescados grasos de agua fría: salmón, atún, sardinas, caballa y arenque, ricos en DHA y EPA.
-
Semillas de lino y chía: aportan ácido alfa-linolénico (ALA), un precursor de DHA; aunque la conversión en el organismo es limitada (aprox. 5 % a DHA).