La novela insignia de los colombianos y de Fernando Gaitán, ‘Betty la Fea’, no solo dejó una marca en la memoria de todos con su historia, sino con los actores que saltaron al estrellato gracias a los papeles que interpretaron, construyendo una historia entretenida e icónica.
Ana María Orozco quedó marcada par siempre como Betty, al igual que Jorge Enrique Abello como Don Armando; la lista es infinita, a la que se suma Martha Isabel Bolaños como Jenny, una modelo de Ecomoda que le quitaba el marido a Sofía López, la secretaria de vicepresidencia financiera y un miembro del Cuartel de las Feas.
No obstante, ninguno la recuerda con ese nombre, sino con el apodo que tenía dentro de la novela: ‘la pupuchurra’. Aunque la actriz de 47 años ha participado en otras producciones, hoy en día sus seguidores y la farándula del país la siguen llamando así. (Martha Isabel Bolaños, está cansada que le digan la “Pupuchurra”)
Hace algunos días, sorprendió con declaraciones en una entrevista donde reveló que está cansada de dicho apodo. “He creado un personaje maravilloso, y espero que perdure y evolucione; sólo quiero que se refieran a mí por mi propio nombre. Es un gran honor para mí. Si alguien opta por insultarme en lugar de entenderlo, adelante; es su problema, sé que van a pensar que soy desagradecida, pero ya estoy cansada”, aseguró en entrevista con Las 2 Orillas.
“Estoy mamada de que me digan la pupuchurra”:
Este papel que obtuvo en Betty, se debió en gran parte a su belleza física, puesto que debía interpretar a una sexy y bella modelo.
La actriz se ha mantenido en forma y muy hermosa desde siempre, un don que es innato en ella, como lo dejó ver en una fotografía que le tomaron a sus 13 años.
Con la imagen, demostró (por si había lugar a dudas), que su apariencia física es completamente natural, y desde niña ya lucía como toda una modelo, digna de portada de revista. (Las novelas que marcaron la vida de todos los colombianos. Por esta razón se vuelven a presentar y son todo un éxito)
En la imagen, se le puede ver posando con el uniforme del colegio Santa Dorotea, que está ubicado en el barrio Colseguros de Cali. “No hacía tareas, me metía en todas las actividades, para perder clases. Asistí a las misiones, teatro, baloncesto, volley, etc. Solo no pude cantar en el coro”, reveló sobre aquella época de su vida.
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