Son considerados como los mamíferos más grandes que habitan sobre la tierra; su tamaño y belleza, han hecho que estos animales sean deseados para el comercio o el turismo en países asiáticos. Cada año, miles de viajeros llegan a Tailandia para conocer el encanto de esta nación, pero también, son atraídos por las diferentes actividades que se pueden realizar con los elefantes y que muchas de las fundaciones de animales luchan para evitar la explotación animal.
Sin embargo, desde la llegada del coronavirus a diferentes rincones del mundo, el turismo se frenó y los cuidadores de elefantes no tienen la capacidad económica para mantenerlos sin la presencia de turistas. Por eso, cientos de ellos han sido liberados, pero pueden correr peligro al no saber interactuar en su hábitat natural. (El Parque Tayrona fue escenario del nacimiento de 105 tortugas)
Diana Muñoz, es colombiana y está “enamorada”enamorada de estos animales, razón por la cual, creó una fundación que busca padrinos para lograr aportar al cuidado de esta especie y además, poder guiarlos hacia la libertad.
‘Gigantes Gentiles’ (en español), es una organización sin ánimo de lucro con la que busca padrinos para los elefantes. Con el dinero que donan los patrocinadores, a los cuidadores o dueños de los elefantes, se les paga un salario fijo mensual para que cuiden a los animales y no los alquilen o los maltraten. Adicionalmente, se les capacita y se les da dinero adicional para la compra de comida.
“Hay muchas maneras de colaborar y todas son muy accesibles. Se pueden vincular desde personas hasta empresas, no importa si es con poco o mucho, lo importante es ayudar a asegurar que estos gigantes gentiles puedan permanecer en sus hábitats con su rebaño y sus cuidadores velen por protegerlos al ganar salarios justos”, aseguró la colombiana a Sostenibilidad Semana.
Actualmente, ‘Gentle Giants’ ha logrado apadrinar a 22 elefantes. A sus cuidadores les pagan 200 dólares al mes, es decir, 722.101 pesos y se le dan otros 200 dólares adicionales para la compra de alimentos del animal. Con este proyecto, los campesinos y propietarios de elefantes se benefician económicamente por lo que no dependen del turismo y además, los elefantes gozan de una mejor calidad de vida, libre de maltrato.
El proyecto ha tenido tanta acogida que ya tienen 1.700 solicitudes más por parte de propietarios de elefantes que quieren unirse al proyecto. Todas las personas pueden apadrinar un elefante desde 50 dólares al año. Quienes lo hagan recibirán un certificado, una foto del elefante que quieran patrocinar y una insignia personalizada.
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