Cuando hablamos de una piscina natural nos referimos a una reserva hídrica proveniente de fuentes de agua que brindan un espacio con corrientes bajas para el disfrute de los bañistas. Aunque en algunos lugares han sido fabricadas usando depuración natural por medio de plantas que ayudan a oxigenar y eliminar los nutrientes que podrían permitir que se propaguen las algas y otros microorganismos no deseables, como por ejemplo larvas de mosquito, en esta ocasión te traemos algunos destinos donde puedes sumergirte en verdaderas piscinas creadas por la naturaleza. (Colombia lanza la primera guía para el turismo de naturaleza)
Es un lugar con una riqueza natural inigualable rodeado de naturaleza y con un bosque virgen, donde sus senderos ecológicos, grandes cascadas y pozos naturales color verde esmeralda te cautivarán. El río Güejar es la puerta de entrada a la serranía de La Macarena, un sitio perfecto para practicar rafting y para explorar un imponente cañón de roca por donde pasa este afluente. El caudal de la cascada de cinco metros de este río termina en una apacible piscina natural que sorprende a los turistas. (El primer crucero fluvial por el Río Magdalena que busca impulsar el ecoturismo)
Se conocen también como “Caño Cristales” de Santander, es un lugar en el que podrá disfrutar de un maravilloso paisaje y relajarse en las aguas de lo que pareciera un jacuzzi natural. Allí yace un camino de roca donde la naturaleza formó 250 de agujeros de diferentes tamaños y formas, donde se presenta una temperatura promedio de 23°C y se ubica a una altura de 1.395 metros sobre el nivel del mar. (Ciudades y rutas recomendadas para hacer turismo en bicicleta)
Está rodeado de árboles de robles que regalan un delicioso sombrío, ideal para descansar, acompañado del canto de las aves y los suaves movimientos de las ricas aguas cristalinas que lo bañan, es un atractivo turístico diferente, en medio de tierras áridas, que no te puedes quedar sin conocer. El lugar ideal para gozar de tranquilidad, aire puro, senderos y, por supuesto, aguas cristalinas.
En tierras amazónicas se encuentra este salto de agua de 75 metros de altura, donde el agua se descuelga al vacío entre el verde de los árboles y el cobrizo tono de las rocas húmedas. Antes de llegar a esta impresionante cascada, es posible disfrutar de tres piscinas naturales formadas por el afluente del río: Pozo Negro, donde se puede nadar debido a la poca presencia de corrientes, así como la de El Almorzadero y Dantayaco.
Se trata de una cascada de 20 metros de altura, un lugar poco visitado de aguas cristalinas. Para quienes lo han visitado es algo así como un pequeño paraíso natural puesto en la tierra para el disfrute de los humanos, pero hay que tener en cuenta que al igual que las anteriores piscinas naturales, necesitan de nuestro cuidado y protección.
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