Estudiantes de la Universidad de Amazonas quieren salvar al jaguar en Colombia
Las comunidades indígenas han sido claves en el proceso de monitoreo del gran felino en Colombia.
El jaguar es el felino más grande de América y sus principales poblaciones están en la Amazonía. Sin embargo, su población se ha reducido debido a la deforestación, la caza y la reducción de su territorio.
En 2018 en el Amazonas, fueron taladas 46.765 hectáreas de bosque amazónico lo que causo el desplazamiento de estos animales hacía las zonas rurales y fincas del Caquetá.
Por esta razón, un grupo de estudiantes de la Universidad de Amazonas creo una red de comunicación con los ciudadanos de ese departamento para establecer cómo afectaba la deforestación a las cinco especies de jaguares que habitan en Colombia.
De esta manera, los estudiantes esperan tener una cifra concreta sobre cuántos jaguares mueren en el país y con la ayuda del Ministerio del Medio Ambiente y WWF Colombia, proteger a estos felinos.
La caza de jaguares está prohibida en Colombia
Por otro lado, las normas colombianas establecen como delito la cacería de animales silvestres, categorizada con algún grado de amenaza como jaguares y pumas, así que pocas personas reportan estos eventos a entidades ambientales encargadas, como Corpoamazonia, que tiene los guacales para cuidar a los animales mientras los vuelve a liberar pero, según han manifestado, están cortos de personal para atender el problema.
Características del jaguar amazónico
El felino más grande de América: un animal robusto, sigiloso, con gran habilidad para la caza, que pesa entre 56 y 96 kilos, y mude hasta 1,8 metros de largo.
Es un superpredador: el jaguar (Panthera onca) es clave para controlar la población de los bosques. Vive en los bosques de la Amazonía, Pacífico, Orinoquía y en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Símbolo del Amazonas: los jaguares tienen cabezas anchas, redondas, piernas cortas y una impresionante capa salpicada de rosetas oscuras y manchas. A menudo viven cerca del agua y son buenos nadadores. Las mandíbulas y dientes ultra-fuertes de un jaguar pueden morder a través de un cráneo de cocodrilo o una concha de tortuga, pero se aprovechan de casi cualquier cosa que encuentren – incluyendo ciervos, armadillos, monos y lagartos.
Colombia, Ecuador y Perú unidos para salvar esta especie
El Resguardo Indígena Predio Putumayo (Colombia), la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno (Ecuador) y el Parque Nacional Gueppi-Sekime (Perú), son tres de las entidades encargadas de desarrollar el corredor Napo-Putumayo que garantiza el paso libre y seguro de estos felinos.
Este trabajo es liderado por WWF y comenzó a finales de 2017 con el propósito de tener datos sobre la población de jaguar y sus presas por medio del monitoreo con cámaras trampa. Actualmente se ha registrado por esa ONG que podría haber 2.000 jaguares en el corredor amazónico.
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