Estas comunidades se encuentran trabajando por la conservación de bosques en Colombia
Varias se encuentran ubicadas en los departamentos de Huila, Putumayo y Caquetá; tres de los más afectados por la deforestación.
Uno de los problemas ambientales más grandes que se encuentra afrontando la humanidad en las últimas décadas es la deforestación, esto debido a que cada año se pierden miles de hectáreas de bosques que son de suma importancia para el planeta.
En Colombia no es menos desalentador, según datos del Ideam, en todo el 2018 se perdieron más de 197 mil hectáreas de bosques, siendo un tamaño comparado con la totalidad del área que tiene Bogotá.
Estas alarmantes cifras han generado que diversas personas se movilicen a crear organizaciones ambientales, con las cuales buscan ayudar a proteger la naturaleza.
Los protectores del oso andino
En 2004 se conoció la noticia que en el departamento del Huila se había visto por primera vez un oso de anteojos, esto generó una enorme emoción dentro de los habitantes de la zona debido a que no se creía que esta especie pudiera habitar dicho lugar.
Desde ese momento, varios ciudadanos le apostaron por el cuidado de esta especie y con la ayuda de organizaciones como el Sena y la organización Mashiramo se logró monitorear estos animales y así reducir su caza ilegal. (¡De Colombia para el mundo! Por primera vez se exporta agua de panela embotellada)
La miel como recurso
Ester Luna es una colombiana que demuestra que se puede cambiar la vida radicalmente, ella vive en el departamento de Putumayo, zona que es conocida por la enorme cantidad de cultivos ilícitos.
Sin embargo, desde hace algunos años dejó de cultivar coca para dedicarse a la producción de miel, producto que la ayudado a salir adelante y a cumplir sus metas.
“Antes cultivábamos coca y hacíamos ganadería para subsistir, pero con los programas que llegaron a nuestro municipio con el Acuerdo de Paz hicimos un pacto, dejamos la producción de coca y buscamos un proyecto que nos pudiera beneficiar a todos. El trato era cambiar un cultivo ilícito por uno legal y entre todos escogimos la melipolicultura”, afirmó Ester Luna, en entrevista con el diario El Espectador.
Una lucha por el agua
En el Caquetá habita una gran cantidad de población indígena y campesina del país, sin embargo, su relación no siempre ha sido la mejor debido a los diferentes pensamientos que tienen acerca de los recursos naturales. (Entró en funcionamiento el Puente Pumarejo, la megaobra más importante de Colombia)
En 2017 ambas comunidades se unieron gracias a un proyecto que convocó la Fundación Natura y llamado Amazonia 2.0 para ayudar a proteger el agua.
Desde ese instante han venido adelantando proyectos que ayudan a concientizar sobre la importancia de cuidar este recurso fundamental para la humanidad.
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