Imagen: Facebook/UniandesCol
En la costa del Pacífico colombiano, limitando con el departamento del Cauca se encuentra el municipio Santa Bárbara de Iscuandé, Nariño. Este territorio, en su mayoría afro, y según los otros datos recientes del Dane, a 2018 el 74 % de los 15.000 habitantes que tiene el municipio no tenían las condiciones de vida básicas.
La población de este municipio vive de la pesca, pero los costos de este oficio son elevados. En este corredor del Pacífico, las familias pescadoras permanecen hasta 12 horas del día pescando y los gastos en gasolina durante esas jornadas pueden superar los 150.000 pesos diarios. (Granjas solares a gran escala se están sembrando en la costa Caribe colombiana)
En el 2015, el profesor de la Universidad de Los Andes, Gordon Wilmsmeier, visitó durante un año la cuenca del río Putumayo. Se movió por las aguas de Ecuador, Perú y Colombia en una travesía que consistió primero en llevar la noticia a las comunidades de un nuevo motor silencioso, que no necesitaba combustible para avanzar.
La ilusión de este alemán era reducir las emisiones de gases efecto invernadero producidas por la movilidad de personas y carga, teniendo en cuenta que esta actividad representa alrededor del 19 % del consumo mundial de energía. Sin embargo, su proyecto llamado ‘Tres Fronteras’, que ayudaría a la población de Colombia, Ecuador y Perú no prosperó.
No pasó mucho para que la idea de llevar electromovilidad a zonas remotas volviera a su cabeza. Un día, después de un encuentro espontáneo con un antiguo amigo de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca Aunap, la propuesta de motores eléctricos de Gordon Wilmsmeier retomó su vuelo.
A esta iniciativa que se desarrollaría en Santa Bárbara se sumó la Universidad de los Andes, la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín (HTW), la Fundación Calidri y el Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador (CCEP), ubicado en esta región. (“Hornear la diferencia”, el proyecto de dos hermanas que apadrina niños en Tumaco).
En febrero de 2019 fueron entregados 4 botes movidos con energía solar con 4 baterías a la comunidad para que pudieran desarrollar la pesca de manera sostenible y al mismo tiempo se pudieran reducir sus costos en combustible.
Los ocho motores que están en Santa Bárbara tienen una potencia de 1.000W, equivalente a dos caballos de fuerza de un motor fuera borda tradicional y lo están usando las mujeres piangüeras para ir a zonas de recolección de pianguas.
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