Martha Lucía Orozco, la colombiana que crea plantas de tomate para los astronautas de la Nasa
Esta científica trabaja para darles a los astronautas una mejor dieta mientras ellos se encuentran en sus misiones espaciales.
Cada año son más los científicos colombianos que hacen parte de importantes proyectos internacionales. Este es el caso de Martha Lucía Orozco, quien actualmente se encuentra trabajando para la Nasa en un proyecto de alimentación para los astronautas.
Su misión es crear unos tomates minúsculos, los cuales puedan ser cultivados en las naves espaciales mientras esta se encuentra en el espacio.
Esta nueva especie de alimento cuenta con un tamaño de cuatro centímetros de alto por ocho de ancho, motivo por el cual son considerados como los más pequeños de todo el mundo. (Parque Jaime Duque gana reconocimiento por la protección de humedales, bosques y animales)
El interés de la Nasa
Dicho desarrollo llamó la atención de la Nasa a principios de 2019, motivo por el cual decidieron financiar el proyecto con el fin de poder poner este producto en los platos de los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
“Las plantas, que tardan dos meses en florecer, interesaron a la NASA porque son ideales para ambientes reducidos como las naves espaciales, y con nuestras modificaciones genéticas hemos conseguido reducir su tamaño y su follaje”, afirmó Martha Lucía Orozco, en una entrevista que le realizó el portal de noticias EFE.
Entre las características principales de estos tomates, se resalta su alto contenido de antioxidantes, los cuales pueden prevenir el riesgo de contraer cáncer para los viajeros.
Esta es una enfermedad a la cual los cosmonautas están en mayor riesgo de contraer, debido a que están en constante contacto con formas de radiación únicas, las cuales representan un riesgo para la salud. (Inventan tecnología que podrá detectar el cáncer usando una sola gota de sangre)
Lo que se viene en la investigación
En los próximos meses, este proyecto tendrá varias pruebas fundamentales para ser implementado y aprobado, una de ellas es lograr que el cultivo sea homogéneo tanto en los laboratorios en donde se está realizando como en la estación espacial.
De igual manera, hace falta que los propios astronautas aprueben el producto, ya que son ellos finalmente los que van a consumirlo mientras están en sus misiones espaciales.
“Las pruebas palatales con los cosmonautas de la NASA son muy importantes, es vital tener el feedback de los consumidores finales porque si no les gusta no va a tener demanda”, finalizó la científica colombiana encargada de este importante proyecto.
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