Shakira se pronunció sobre el acoso del que han sido víctima sus hijos
La cantante se cansó del constante acoso de los paparazzis hacia sus niños, que no han podido vivir tranquilos ante la falta de privacidad y respeto.
Todos saben que Shakira es una ‘mamá gallina’, dicho utilizado para describir a esas madres que dan la vida por sus pequeños, que pelean para defenderlos y que buscan como sea que estén bien, tal y como lo hacen las gallinas.
Por eso, se pronunció a través de sus redes sociales después de meses de silencio frente al acoso del que son víctimas sus hijos Milan y Sasha, pequeños que no han podido tener una vida normal por cuenta de los paparazzis que los persiguen constantemente.
Los siguen a la escuela, a sus actividades extracurriculares y hasta la casa, con tal de sacarles una foto o un video. Incluso, los han grabado siendo regañados por su papá:
Gerard Piqué screaming at Milan because Milan called Shakira during the event and was bored there.
What an evil man. pic.twitter.com/PjBgkNeW2Q
— Asandé (@kewchiy) March 27, 2023
El mensaje de la artista
En el respeto y con toda la clase que la caracteriza, Shakira escribió:
“Apreciados amigos, periodistas y medios de comunicación, en este momento de cambios en mi vida como figura pública, es comprensible que exista una permanente curiosidad por parte de la prensa alrededor de mi y de mi familia. Sin embargo mis hijos, Milan y Sasha han vivido un año muy difícil, sufriendo un incesante asedio y una persecución sin tregua por parte de paparazzi y varios medios de comunicación en Barcelona”, inició su mensaje.
Luego, continuó resaltando que los niños van a iniciar una nueva etapa, pero necesitan tener su intimidad para ello.
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“Les ruego abstenerse de seguirlos hasta la salida o entrada del colegio, esperarlos en la puerta de nuestra casa, o perseguirlos hasta sus actividades extraescolares, y lúdicas tal y como ha sucedido cada día en Barcelona con el fin de obtener capturas fotográficas o mejores ratings”.
Pidió que confía en que todos sean sensibles con la situación de los pequeños, “y puedan comportarse de la forma más humana posible con ellos, teniendo en cuenta que se trata de la salud y la integridad física y emocional de dos menores de 8 y 10 años que solo desean poder salir a la calle, y asistir al colegio sintiéndose a salvo y teniendo la tranquilidad de no ser perseguidos o sometidos al escrutinio constante de las cámaras”.