Imagen: Pixabay
Cuando un gato se queda solo en casa por cierto periodo de tiempo suele comer menos de lo habitual e incluso perder el apetito, como respuesta al estrés o la ansiedad por estar lejos de su dueño.
En casos extremos los mininos que están lejos de su persona favorita muestran signos de decaimiento, pérdida de interés en actividades que antes les gustaban, letargo e incluso síntomas físicos más graves.
Un felino sin su amo, tiende a sentirse desprotegido y vulnerable, por lo que sí se siente solo suele esconderse en lugares oscuros y silenciosos, en busca de protección.
Los gaticos suelen desarrollar ansiedad por estar lejos de sus dueños y generan comportamientos negativos, como arañar las cortinas y muebles, morder objetos y en casos extremos orinar fuera de su arenero.
Los felinos que extrañan a su humano favorito desarrollan actitudes que indican estrés, depresión o ansiedad, entre las más comunes se encuentra el acicalamiento excesivo, agresividad, resequedad en la piel e incluso malestares estomacales.
Las expresiones de afecto de los mininos hacia sus amos, una vez vuelven a casa, es otro de los comportamientos que demuestran que los extrañaron, pues los gatos suelen ser más cariñosos, ronronean más, se pasean entre sus piernas y los siguen por toda la casa. Buscan más atención.
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