En medio de la bulliciosa ciudad de Bogotá, un joven indígena del pueblo murui muina está cautivando a todos con su arte único y significativo. Herlinto Sánchez Umaña, conocido ampliamente como “Aimema Uai” en su lengua materna, que significa “El hijo de la garza” en su clan ‘lagarto’, se ha convertido en una sensación al mostrar la riqueza cultural de su pueblo a través de sus obras de arte.
Originario de La Chorrera, en el corazón del Amazonas colombiano, Herlinto utiliza tintas vegetales hechas de extractos de hojas y cortezas de árboles para representar los paisajes, las tradiciones y las costumbres de las comunidades originarias de la Amazonía. Su arte es una forma de rendir homenaje a la madre naturaleza y difundir la importancia de preservar la selva y proteger la vida animal, así como promover la medicina tradicional y el valor de los ríos amazónicos.
Esta iniciativa artística comenzó hace cinco años, cuando Herlinto llegó a la ciudad de Bogotá para estudiar ciencias políticas en la universidad. Sin embargo, su pasión por su cultura y su deseo de difundir el legado de su pueblo lo llevaron a explorar el arte como una forma de expresión. Con el tiempo, decidió cambiar su enfoque de estudio y se graduó en arqueología, lo que le permitió profundizar aún más en el conocimiento y la comprensión de las raíces de su pueblo.
En 2018, Herlinto abrió su propio taller de arte llamado ‘El kanasto’ en el barrio La Perseverancia de Bogotá. Fue allí donde comenzó a crear obras como ‘Casa Ancestral’, ‘Caminos Ancestrales’ y ‘Navegando por el río’, representando lugares y elementos que tienen una estrecha relación con su pueblo y su cultura. El uso de tinturas vegetales en sus pinturas es un homenaje a la naturaleza y una forma de conectarse con la esencia de su comunidad, reveló la Radio Nacional de Colombia.
A través de su arte, Herlinto no sólo comparte la belleza de la cultura amazónica, sino que también busca crear conciencia sobre la importancia de preservar y proteger la selva amazónica y sus habitantes. Sus obras reflejan la profunda conexión que tiene su pueblo con la tierra y la naturaleza, y transmiten mensajes de respeto y armonía con el entorno natural.
Herlinto Sánchez Umaña es un ejemplo inspirador de cómo el arte puede ser una poderosa herramienta para preservar y difundir la cultura de los pueblos indígenas. Su dedicación y compromiso con su comunidad y con el medio ambiente son un testimonio del poder transformador del arte y su capacidad para generar conciencia y cambio.
Con cada pincelada, lleva consigo la historia y la esencia de su pueblo, recordándonos la importancia de valorar y preservar la diversidad cultural y la riqueza de la naturaleza. Su arte trasciende las fronteras y nos invita a reflexionar sobre nuestra conexión con el mundo que nos rodea.
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