Chef colombiano triunfa en Francia con restaurante que ganó estrella Michelin
Se trata de Guido Niño, caleño que poco a poco, con talento y paciencia, ha escalado hasta ser uno de los mejores.
Ser chef es una tarea muy difícil, manejar los sabores, crear mezclas perfectas y lograr que todos amen una preparación es titánico. Ahora bien, ser chef en Francia sin ser nativo, ganar una estrella Michelin y luego poder comprar medio restaurante suena imposible, pero el colombiano Guido Niño lo logró.
El caleño es copropietario y chef de Likoké, un restaurante ubicado en Les Vans (al sur de Francia), que en el año 2015 ganó una famosa estrella Michelín cuando él todavía estaba en la cocina, es decir, sus sabores y trabajo lograron la mayor distinción para este lugar que hoy es en parte suyo.
Niño ha sido considerado como “un artista de la interpretación de experiencias, momentos y recuerdos para convertirlos en platos de alta cocina”; gracias a él, los sabores del Valle del Cauca llegaron a encantar a Europa. (Leonor Espinosa y Álvaro Clavijo, en el top 100 de los mejores chefs del mundo)
Ver esta publicación en Instagram
Nunca se imaginó ganar una estrella
“El único objetivo que tenía era ir a Francia, establecerme y convertirme en cocinero profesional. Jamás me planteé tener una Estrella Michelín”, fueron las palabras del chef que estuvo en entrevista con la W Radio.
Aunque suene increíble, el chef comenzó su carrera lavando platos en un Domino ‘s Pizza en Aviñón, después pasó a cadena fría y con el dinero pudo costear sus estudios de cocina hasta convertirse en el exitoso hombre que es hoy en día. (Chef Juan Manuel Barrientos, ganó su segunda estrella Michelin)
Ver esta publicación en Instagram
Guido llegó a Francia desde que estaba en el colegio, y vivió con una familia que lo acogió con cariño, mientras que sus padres le enviaban 200 dólares mensuales. “Cuando volví de Francia, llegué con otra dimensión de lo que era comer. Y ya tenía, por el restaurante francés en Cali, esa inquietud por esa danza de los meseros. Veía una belleza alrededor del acto de comer, de servir los platos, de atender. Llegué con algo despierto, con ganas de cocinar”, contó para El País.
Ahora, su siguiente paso es regresar a Cali y montar un negocio, que enamore a los colombianos.