Mujeres hicieron historia con la primera expedición femenina sobre aves en Colombia
Cinco ornitólogas vinculadas al proyecto Expediciones BIO Alas, cantos y colores, estuvieron en un remanente de bosque subandino de Fresno (Tolima).
La naturaleza en Colombia ha sido un atractivo para el mundo y así Frank M. Chapman, experto ornitólogo estadounidense, le propuso al Museo Americano de Historia Natural de Estados Unidos (AMNH, por sus siglas en inglés), en el que trabajaba, expediciones de aves colombianas, de las cuales llevó ocho entre 1911 y 1915 para hallar cerca de 16.000 especímenes de 1.285 especies de aves recolectadas. Entre otros elementos llamativos, los investigadores del Instituto Humboldt encontraron el frecuente respaldo de Elizabeth Kerr, nombre que se llevó a una motivación especial un siglo después. (La campaña que reveló los paisajes sonoros de Colombia durante la pandemia)
Aves y mujeres
“Fue una idea colectiva. Además de hacerle un homenaje a Elizabeth Kerr, queríamos reconocer el papel de la mujer en la ciencia y mostrar cómo es el trabajo de mujeres expedicionarias actuales”: @birdmapper, coordinadora de la expedición BIO: Alas, cantos y colores. pic.twitter.com/L9MOUVKSu6
— Instituto Humboldt (@inst_humboldt) February 12, 2021
La investigación del Instituto Humboldt sobre Kerr, que sería según eso la primera mujer en recolectar aves y mamíferos en Colombia a comienzos del siglo XX, además del trabajo pasado y presente hecho en campo por las biólogas y científicas colombianas, fue la motivación para que las ornitólogas realizaran una expedición de aves en tierras tolimenses conformada solo por mujeres. Jessica Díaz (ornitóloga), Juliana Soto (coordinadora de expediciones), Natalia Ocampo (líder de la expedición), Estefanía Guzmán (ornitóloga tolimense invitada) y Daniela Garzón (ornitóloga tolimense invitada) fueron las encargadas.
“Fue una idea colectiva. Además de hacerle un homenaje a Kerr, queríamos reconocer el papel de la mujer en la ciencia y mostrar cómo es el trabajo de mujeres expedicionarias actuales”, dijo Ocampo para que estas cinco mujeres, con edades entre los 25 y 33 años, conformaran la primera expedición femenina sobre las aves en Colombia.
“Aunque no era muy precisa describiendo sus localidades, algunos de los especímenes que recolectó nos dieron pistas de los sitios, como que estuvo a 20 millas al occidente de Honda (32 kilómetros) y en elevaciones de la cordillera central entre los 600 y 1.500 metros de elevación, recorridos que hizo en 1906 y 1907”, anota Juliana Soto sobre la idea de seguir los pasos de Kerr. (Lauren Flor-Torres, la colombiana que enseña astrofísica e inspira a las niñas del país)
Este hilo describe un poco de lo que fue la expedición femenina 💪🏽🕵🏻♀️🪶🙌🏽 https://t.co/hIZ5idcjfy
— Natalia Ocampo-P. (@birdmapper) February 13, 2021
Con los datos descritos en los 190 especímenes de aves recolectados por Kerr en la región de Honda, las expedicionarias, con la orientación de Katherine Certuche y Ronald Parra, ornitólogo residente en Fresno (Tolima), seleccionaron dos lugares boscosos que la estadounidense pudo recorrer a comienzos del siglo pasado: uno en el municipio de Fresno y otro sobre la vía Mariquita-Fresno.
Los 32 kilómetros que describía Kerr en los especímenes de aves correspondían a zonas entre Mariquita y Fresno. “Seleccionamos dos sitios para ir a visitarlos con Jessica y Nelsy Niño, otra bióloga del proyecto: un bosque entre estos municipios y una finca en Fresno llamada El Tesoro. En cada lugar estuvimos dos días para evaluar condiciones como la vegetación, acceso, permiso de la comunidad para ingresar y toda la logística”, recuerda Soto, en relato compartido por el Instituto Humboldt.
Luego de analizar estas variables, la finca de Fresno quedó como el sitio donde para la primera expedición femenina sobre las aves en Colombia, un lugar ubicado entre los 1.000 y 1.100 metros de elevación. Los dueños del predio destinaron una gran parte del área para la conservación ambiental y el avistamiento de aves, razón por la cual aún quedaban remanentes de bosque. Durante cuatro días se adentraron en lo más profundo del bosque y lograron registrar 89 especies de aves, dos de las cuales son endémicas del valle del Magdalena: un capito o torito dorsiblanco y la piranga hormiguera. (Arqueóloga colombiana recibió máxima distinción académica en universidad de Alemania)
“La percepción de las mujeres está totalmente llena de estereotipos, en especial la que se tiene sobre la forma de trabajar entre el género femenino. Yo era parte de ese grupo y durante varios años no trabajé con compañeras, pero en esta expedición aprendí que se trata más de la personalidad de cada ser humano que de su género”, aseguró Natalia Ocampo.
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