Nacieron en el Bioparque Ukumarí 7 animales, uno de ellos, en peligro de extinción
En medio de la cuarentena florece la vida en el Bioparque Ukumarí, esta vez con el nacimiento de animales de distintas especies.
Sin rejas y con todos los elementos para que estos animales jueguen, se alimenten y especialmente se reproduzcan, el Bioparque Ukumarí ubicado en Pereira, es un centro de bienestar animal para especies colombianas y extranjeras. Aunque el parque está abierto al público todo el año, debido a la pandemia, se vio obligado a cerrar sus puertas.
Desde que el país detectó el primer contagio del nuevo coronavirus, el 6 de marzo, en el Bioparque nacieron dos suricatas, dos avestruces, dos búfalos y un venado cola blanca. Aunque este nacimiento no está relacionado con la ausencia de visitantes, Sandra Correa, gerente del centro de conservación asegura que hubo más montas que en años anteriores.
Ukumarí es el refugio de cientos de animales que viven en entornos adaptados a su hábitat natural en unas 44 hectáreas de bosque seco tropical, que representan a su vez el sustento de 90 trabajadores. Ante la pandemia y el cierre, el lugar busca despertar la solidaridad de todos los ciudadanos en Risaralda y Pereira, y así recaudar el dinero necesario para alimentación y el pago del personal.
Por esta razón, diseñaron tapabocas con diferentes motivos de animales presentes en el parque, lo cual se ha convertido en una de las formas de ayudar a reunir recursos y a la salud de los colombianos. (Con una propuesta ante la Unesco, colombianos buscan proteger los páramos de la minería)
“Ya vendimos casi 500 tapabocas, la idea es aumentar la venta porque esto puede ayudar financieramente el bioparque, los más vendidos son los del león y jaguar. También vendemos camisetas, pañoletas, termos y gorras con las diferentes especies del parque”, informó Sandra Correa, gerente del bioparque a Caracol Radio.
Además, en el Bioparque Ukumarí se realizará la instalación de 500 paneles solares con gran capacidad para generar el 50% del total de energía eléctrica que necesita para su funcionamiento, y así, disminuir la huella de carbono porque se dejarán de producir 112 toneladas de CO2 al año.