El pueblo colombiano que renace con alternativas tecnológicas y ambientales
En Jerusalén se han realizado diferentes emprendimientos con energía solar, el ahorro y la reutilización de agua y el reciclaje de diferentes productos.
Ubicado a más de tres horas vía terrestre desde Bogotá, se encuentra ubicado el municipio de Jerusalén, uno de los más pequeños y calientes que tiene el departamento de Cundinamarca.
En total son cerca de 2.700 personas las que habitan este pueblo en donde en la actualidad el comercio y el turismo son su principal fuente de ingreso económico.
Pese a que en la actualidad es un municipio bastante tranquilo y muy seguro, no era igual hace algunos años, debido a que grupos armados ejercían control en esta zona del país y por lo cual era considerado como un lugar bastante peligroso. Esta percepción cambió por completo algunos años atrás y los colombianos empezaron a conocer este hermoso lugar.
Un municipio ecosostenible
En 2016 los pobladores de Jerusalén empezaron a notar la constante visita de algunos funcionarios de la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca), esto debido a las bondades naturales que en el municipio se pueden encontrar.
Fruto de esto es que la entidad colombiana determinó un plan que tenía como objetivo hacer de Jerusalén el primer pueblo ecosostenible de todo el país.
“Nos dijeron que Jerusalén sería el primer municipio ecosostenible de Colombia y que nos iban a ayudar a mejorar nuestra calidad de vida e incrementar los ingresos por medio de acciones ambientales como energía solar, uso eficiente del agua y siembra de nuevos árboles. Al comienzo no creíamos. Los pueblos pequeños somos muy incrédulos porque hemos permanecido casi que invisibles ante los ojos del país. Nos costó creer”, dijo Heriberto Sánchez, habitante de este municipio, en entrevista con el portal Semana Sostenible.
Las actividades realizadas
En una tarea conjunta entre habitantes de Jerusalén y funcionarios de la CAR se han instalado diferentes paneles solares en los techos de las viviendas, así como diferentes métodos de reciclar el agua lluvia para su uso personal y tener un banco de reserva.
Pasando a temas de agricultura se han desarrollado diferentes métodos de abonos con basuras orgánicas, biogás con excrementos de los cerdos y plantaciones de especies forestales.
Todo esto se dio con una inversión de cerca de 1.000 millones de pesos, los cuales ayudaron a cambiar el estilo de vida de este municipio y de toda la región.
“En los cuatro años que lleva el proyecto no solo hemos aprendido que sí se puede vivir cuidando la naturaleza, la economía despertó. Antes no había un solo restaurante o sitio para que algún turista pudiera pasar la noche. El movimiento era escaso. Ahora, hay cerca de cinco hoteles, pequeños pero decentes, y un restaurante con comida muy rica. Hasta extranjeros nos han visitado por este proyecto. Estamos saliendo del anonimato”, finalizó Heriberto Sánchez en la entrevista de Semana.
Fruto de todo este trabajo es que la Gobernación de Cundinamarca afirma que el municipio de Jerusalén es uno de los que mayor avance social y económico ha tenido, demostrando que se puede crecer de manera responsable con el medioambiente.
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