3 técnicas japonesas de ahorro que puedes incorporar a tu vida ¡Atrévete a intentarlas!
En la cultura oriental existen varios mecanismos para economizar dinero los cuales son sencillos y fáciles de aplicar.
Japón es un país que es referente en varios aspectos de la vida, entre los cuales se encuentran la educación, el civismo y la forma en que manejan su economía.
Una de las prácticas que más se está replicando en otras sociedades es la forma en la que los ciudadanos de este país ahorran su dinero, por eso, varios especialistas en el tema están estudiando dicha forma eficaz de economizar los gastos.
En varios entornos financieros, han recopilado tres métodos de ahorro, los cuales se pueden poner en práctica en cualquier parte del mundo sin ningún problema.
Kakebo
Aunque para muchas personas este nombre no es conocido, este novedoso método es el más aplicado en territorio japonés y en el resto del mundo.
Consiste en un cuaderno en el cual se van apuntando todos los gastos mensuales que se tienen en el hogar (salario, rentas, pensiones); gastos esenciales (vivienda, transporte, comida, servicios para el hogar y medicinas); ocio (restaurantes, compras, gimnasio, etc.) y extras (regalos, reparaciones, viajes).
De igual manera, se registran los ingresos de la familia, logrando un punto de equilibrio entre ambos y destinando la mayor cantidad de recurso a lo que tiene más importancia.
Fumiko Chiba es la impulsadora de este libro, el cual tiene su origen a 1904 cuando fue creado como el libro de cuentas del hogar.
“Aunque Japón es una cultura tradicional en muchos aspectos, el Kakebo fue una herramienta liberadora para las mujeres, porque les daba el control sobre las decisiones financieras”, informó la creadora del libro, en entrevista con la BBC.
La idea de este invento es lograr encontrar un balance entre lo que se tiene y lo que se gasta, para así poder tener un equilibrio económico en cada mes.
Guarda la moneda más grande
Otra técnica japonesa consiste en ahorrar cada día un poco del dinero que no se ha gastado, y que sabremos que no se usará al día siguiente.
Con este método se busca que al final del mes las personas no gasten su dinero en cosas innecesarias y que tengan un ahorro que se puede utilizar para pagar los servicios del hogar o para cubrir imprevistos que puedan suceder.
La fuerza de voluntad
Para muchas personas este método puede ser el más complicado de implementar en la vida cotidiana, debido a la gran cantidad de productos que existen en el mercado que pueden llegar a incentivar una compra que no se tenía planeada.
Si somos capaces de detener los impulsos que nos generan dichos gastos, el ahorro se verá reflejado más rápidamente, dejando dinero de sobra para una compra necesaria o algún evento en el cual si sea realmente importante su uso.
Todos estos consejos no están lejos de poder ponerse en práctica en la vida cotidiana, de esta manera podrás hacer rendir tu dinero y llevarás un estilo de vida más organizado en el aspecto económico.
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