No es el billete del trillón de dólares de Los Simpson, pero es muy similar
Descubre las curiosidades de los billetes gigantes de Estados Unidos.
Exploramos el asombroso mundo de los billetes de mayor denominación en Estados Unidos, desde su creación hasta sus historias únicas. Y ojo que no se trata del billete del trillón de dólares que apareció en un capítulo de la icónica serie animada Los Simpson.
Aunque hoy en día el billete de mayor valor es de 100 dólares, en el pasado existieron de 10.000 y 100.000 dólares. Vamos más allá del valor monetario y descubriremos las narrativas interesantes detrás de estos billetes.
El billete de 100.000 dólares: un certificado de oro único
En plena Gran Depresión en 1934, se emitió el billete de 100.000 dólares como un certificado respaldado por el Tesoro de EE.UU. UU. y nunca llegó a circular públicamente. Emitidos en una cantidad limitada de 42.000, estos certificados no son legales para posesión y solo se encuentran en museos. Descubra por qué estos certificados únicos facilitaban transacciones entre bancos de la Reserva Federal y cómo se convirtieron en tesoros de museos.
El billete de 10.000 dólares: la cara de Salmon P. Chase
El billete de 10.000 dólares, aún legal, presenta una particularidad intrigante: no lleva la imagen de un presidente, sino la de Salmon P. Chase, secretario del Tesoro. Chase apoyó un papel crucial en la historia financiera y política de EE. UU. durante la Guerra Civil.
El declive y desaparición de los billetes gigantes
Aunque estos billetes gigantes estuvieron en circulación desde 1861 hasta 1945, la Reserva Federal dejó de imprimirlos oficialmente en 1969. A pesar de citar oficialmente “falta de uso”, las sospechas de su utilización en actividades criminales También influyeron en su retirada.
La historia de los billetes gigantes de Estados Unidos revela detalles fascinantes sobre personajes influyentes, momentos históricos y decisiones financieras clave. Estos billetes no solo representan cifras monumentales, sino también narrativas intrigantes que han dejado una huella en la evolución del sistema monetario de Estados Unidos. Además, otro dato curioso es que es ilegal coleccionarlos, aunque representan una gran reliquia.