
Las marcas favoritas de la Generación Z en Colombia: así consumen, eligen y construyen confianza los jóvenes del país
La Generación Z, compuesta por jóvenes entre los 13 y los 28 años, está redefiniendo las dinámicas de consumo en Colombia.
Su manera de relacionarse con las marcas combina hábitos digitales, decisiones conscientes y una búsqueda constante de practicidad. En este nuevo escenario conviven marcas tradicionales, productos nostálgicos, plataformas tecnológicas y servicios esenciales como Efecty, que se integran de forma natural en la rutina diaria de estos consumidores.
Una generación que compra distinto
A diferencia de generaciones anteriores, la Generación Z no compra por costumbre ni por herencia familiar. Sus decisiones están guiadas por criterios como la utilidad, la transparencia, el propósito social y la accesibilidad.
Estudios recientes publicados por medios económicos y especializados muestran que estos jóvenes privilegian:
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La practicidad en la experiencia de uso.
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La facilidad de acceso y disponibilidad en todo el país.
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Las soluciones digitales que se adaptan a su ritmo de vida.
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Las marcas coherentes en su comunicación y sus valores.
De ahí que nombres como Chocoramo, D1, Ara, Crepes & Waffles, WhatsApp, Instagram, Rappi, TikTok y CeraVe lideren muchas de las listas de preferencia de esta generación, cada una desde categorías distintas, pero con un punto en común: la capacidad de responder a necesidades reales.
La relevancia silenciosa de servicios funcionales como Efecty
Junto a las marcas más visibles y comentadas, también aparecen servicios esenciales que cumplen un rol práctico. Dentro de esta categoría se encuentra Efecty, que ha logrado mantenerse vigente en la vida cotidiana de los jóvenes sin necesidad de grandes esfuerzos de posicionamiento emocional.
Para estudiantes, emprendedores, trabajadores independientes y jóvenes en constante movilidad, Efecty representa rapidez, simplicidad y confianza. Su cobertura nacional y su familiaridad como punto de pago o servicio de giros le permiten integrarse de forma orgánica a su día a día. Es una marca que no compite en influencia, pero sí en utilidad, y esa característica la convierte en una aliada para una generación que valora los procesos eficientes y sin barreras.
Marcas que conectan más allá del producto
La Generación Z también se mueve por vínculos afectivos, narrativas auténticas y acciones que reflejan valores.
Por eso destacan:
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Crepes & Waffles, por su apuesta social y laboral.
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Rappi, por su promesa de inmediatez.
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CeraVe, por su enfoque médico y transparente.
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TikTok y WhatsApp, por su centralidad en la comunicación digital.
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Netflix y Spotify, por su papel en la construcción del ocio y la cultura.
Estas marcas generan comunidad, influyen en conversaciones y se integran a la personalidad de quienes las usan.
¿Qué revela este mapa de consumo juvenil?
Que la Generación Z no responde a una sola tendencia, sino a múltiples capas de necesidades y expectativas.
Prefieren marcas auténticas y útiles, valoran la rapidez en los procesos, premian la coherencia y combinan lo emocional con lo funcional.
Por eso el listado de sus marcas favoritas puede reunir a Chocoramo, TikTok, Ara, WhatsApp, Crepes & Waffles, CeraVe, D1 y Efecty en un mismo panorama, cada una desde un rol distinto, pero todas con un aporte valioso a la experiencia cotidiana de millones de jóvenes.
Consumo que impulsa transformación para el país
El comportamiento de la Generación Z muestra una Colombia más informada, más crítica y más exigente. Sus decisiones de compra están construyendo un mercado que premia la calidad, la practicidad, la innovación y el propósito.
Que esta generación confíe tanto en marcas tradicionales como en plataformas globales y en servicios esenciales como Efecty demuestra que el país avanza hacia un ecosistema más diverso, moderno y competitivo. Un país donde las marcas que mejor entienden a sus jóvenes no solo crecen, sino que contribuyen a fortalecer la economía, la conectividad y la capacidad de emprender.
En ese sentido, la preferencia de la Generación Z no solo define tendencias comerciales: también impulsa una visión de futuro más sólida para Colombia, donde la innovación, la confianza y la cercanía son pilares para seguir construyendo un país que progresa con y para sus jóvenes.






