En Santander convierten botellas de plástico en camisetas y zapatos
Según el Ministerio de Ambiente hay más de 1.950 negocios verdes en el país, que buscan marcar la diferencia ante el consumo de plástico.
Una de las grandes preocupaciones medioambientales en todo el mundo es la contaminación causada por el plástico, un material que afecta de manera grave los ecosistemas y que además, puede tarda más de 400 años en descomponerse.
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Para darle un uso diferente a este material, se han generado en el país diferentes emprendimientos y uno de ellos es el de las hermanas Diana y Mónica Benjumea, que se dieron a la tarea de convertir las botellas PET en fibras para la fabricación de camisetas y zapatos. (Champú sólido, la apuesta de un colombiano para reducir los plásticos de un solo uso)
“El mensaje para todos los jóvenes es que somos parte activa del cambio que queremos ver y es importante que ayudemos a consumir de manera responsable. Apliquemos en el día a día las tres RRR: Reducir, reciclar y reusar”, aseguró Benjumea para Radio Nacional.
Un emprendimiento que nació en medio de la pandemia
La empresa de fabricación de zapatos de su familia tuvo que cerrar debido a la pandemia. Esto le dio la oportunidad a Diana de reinventarse y decidió investigar de qué forma podía transformar el plástico en fibras para fabricar ropa y calzado. (Emprendimiento colombiano fabrica gafas con plástico 100 por ciento reciclado)
La colombiana encontró la forma de generar empleo, fabricar un producto indispensable y además, contribuir con el cuidado del medio ambiente. Para elaborar una camiseta son necesarias aproximadamente seis botellas de plástico y para la fabricación de zapatos se necesitan cinco botellas.
¿Cómo se transforma el plástico en ropa?
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Los envases de plástico se componen de tereftalato de polietileno mejor conocido como PET, que se pueden procesar con tratamientos de filtrado de impurezas, limpieza y polimerización para convertirlo en fibra e hilo de poliamida y poliéster de buena calidad. Como consecuencia, botellas de agua o latas de refresco pueden servir como materia prima en la confección de tejidos de ropa. (En África convierten desechos plásticos en ladrillos que son más duraderos que el concreto)
Estas fibras sintéticas garantizan una calidad y durabilidad como mínimo equivalente a las de fibras naturales como lana, lino, seda o algodón.
Una nueva oportunidad para el negocio familiar
Con la innovación de Diana Benjumea, los colaboradores de la empresa familiar ahora trabajan en Bulata, nombre de su emprendimiento. En esta nueva idea de negocio verse se diseña y se fabrica la materia prima para la elaboración de piezas únicas que no solo están a la moda si no que también, transmiten un mensaje de amor y cuidado para el medio ambiente.
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