La capital colombiana, Bogotá, enfrenta una crisis en cuanto a la disponibilidad de agua, con los niveles del embalse de Chingaza, su principal fuente de suministro, por debajo de lo necesario.
A pesar de las recientes lluvias y los esfuerzos de racionamiento, la preocupación por la conservación de este recurso persiste.
En respuesta a esta situación, el Gobierno, liderado por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, anunció nuevas medidas para asegurar el abastecimiento de agua en la ciudad. Asimismo, se indica que la alerta se mantendrá hasta el año 2025.
“Podría no ser necesario continuar con el racionamiento, pero debemos permanecer en alerta al menos durante este año y el próximo, hasta que llegue la siguiente temporada de lluvias”, declaró la ministra durante la instalación de una mesa técnica para evaluar la situación en Bogotá.
El Gobierno destinará una inversión de $80.000 millones de pesos para la restauración ecológica y la reconversión productiva del corredor Chingaza-Sumapaz-Guerrero, a través del Fondo para la Vida. Además, se anuncia un proceso de socialización de los lineamientos ambientales para la Sabana de Bogotá.
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