Calor extremo: esta es la ciudad más calurosa de Colombia y otros lugares del mundo
Estas ciudades enfrentan olas de calor récord, aumentando los riesgos para la salud.
El incremento sin precedentes en las temperaturas globales está marcando un nuevo récord este año, con mayo del 2023 ya establecido como el mes más caluroso registrado en los últimos 120 años. A medida que el 2024 avanza, los pronósticos indican que esta tendencia podría intensificarse aún más, poniendo en alerta a poblaciones de todo el mundo.
Según un análisis exhaustivo realizado por The Washington Post, más de 1.500 millones de personas, aproximadamente una quinta parte de la población mundial, experimentaron días con índices de calor superiores a los 39,4 grados Celsius solo en el mes de mayo. Este fenómeno no solo es alarmante por su frecuencia, sino también por su intensidad, exacerbado por el cambio climático.
Entre las ciudades más afectadas se encuentran Lagos en Nigeria, Bangkok en Tailandia, y también Barranquilla en Colombia, donde se reportaron 41 días de calor peligroso en los primeros cinco meses del año. Estas condiciones extremas no solo representan un riesgo inmediato para la salud, con síntomas que van desde calambres hasta golpes de calor, sino que también afectan de manera significativa la calidad de vida y la productividad.
Ver esta publicación en Instagram
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de Colombia ha advertido sobre los efectos persistentes del Fenómeno de El Niño, exacerbando aún más las condiciones climáticas en el país. Aunque se espera que las temperaturas se normalicen entre abril y junio de 2024, el impacto del calor extremo continúa siendo una preocupación tanto a nivel local como global.
Además, según National Geographic, lugares como el Desierto de Lut en Irán, el Desierto de Sonora en México, y el Valle de la Muerte en Estados Unidos han sido identificados como algunos de los más calurosos del mundo, con registros históricos que superan los 80 grados Celsius. Estos ecosistemas, caracterizados por su escasa vida y condiciones extremas, subrayan la urgencia de abordar el cambio climático y sus efectos devastadores en todo el planeta.