Pareja dejó todo atrás e instaló un laboratorio educativo para niños koguis y arhuacos
Pocas personas dejarían la comunidad de la ciudad para irse a vivir rodeados de naturaleza, pero sí es posible.
Para muchos, la Sierra Nevada de Santa Marta es un lugar turístico, de esos a los que se va una semana para descansar y luego retornar a la ciudad. Sin embargo, una pareja lo tomó como su nuevo hogar y ahora, desarrollan uno de los trabajos sociales más queridos en la zona.
Y es que, la rutina, la tecnología y el caos que se vive en la ciudad, suele llevar a todos los humanos al mismo punto de estrés y carreras diarias que no dejan espacio para desarrollar el verdadero ser, siempre homogeneizando.
Vanessa Gocksh, artista visual oriunda de Bélgica, entendió en el 2013 que ese no era el futuro que quería para sus hijos y por eso, decidió en compañía de su esposo Juan Carlos Pellegrino, mudarse a la Sierra Nevada de Santa Marta con sus hijos, para empezar una nueva vida. (Unesco declaró saberes ancestrales de la Sierra Nevada como patrimonio de la humanidad)
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Vida con propósito
Una vez instalados, diseñaron el Selvatorium: “un laboratorio de vida y aprendizaje ubicado al borde del Rio Palomino en la Sierra Nevada de Santa Marta “corazón del mundo”. Desde el 2013 sus habitantes permanentes y fluctuantes, han tenido que aprender a vivir fuera de las redes de servicio y dentro de un territorio natural y espiritual”, indican en su portal web. (Descubren nueva especie de rana de lluvia exclusiva de la Sierra Nevada)
“Nosotros hemos logrado vivir aquí con lo mínimo necesario para estar cómodos sin tomar demasiado del medio ambiente”, explicó la artista al portal Colombia Visible.
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Añadió: “Es difícil llegar a estas comunidades que se han mantenido igual por muchos siglos a decirles que se debe modificar o introducir una nueva técnica de construcción. Nosotros no queremos eso; al contrario, muchas de sus técnicas son implementadas en las instalaciones de Selvatorium y, al mismo tiempo, ellos se sorprenden con algunas cosas que utilizamos por nuestro lado”.
Con el laboratorio, han emprendido procesos de reciclaje, educación y construcción con las familias de las comunidades koguis y arhuacas.