Una nueva ciudad Tayrona, el descubrimiento del antropólogo colombiano Santiago Giraldo
El colombiano realizó su investigación gracias al interés de National Geographic en apoyarlo.
Los restos arqueológicos de la Sierra Nevada de Santa Marta esconden grandes tesoros culturales. Su paisaje y la transformación que ha tenido durante el último siglo es un misterio, pero un colombiano ha logrado descubrir y revelar la verdadera historia de este lugar. Se trata del antropólogo Santiago Giraldo, que desde hace 20 años ha trabajado en la Sierra Nevada.
Giraldo es antropólogo de la Universidad de Los Andes, tiene un doctorado de la Universidad de Chicago y se desempeña en el cargo de director para América Latina de The Global Heritage Fund, una ONG que se dedica a la protección del patrimonio arqueológico en el mundo.
Trabajar con National Geographic le permitió encontrar una ciudad perdida
‘Ciudades Perdidas’ es uno de los programas del canal National Geographic. Albert Lin, una de personalidades de la exploración y la arqueología en la televisión es protagonista de cada aventura. Sin embargo, en su paso por Colombia tuvo un compañero, Santiago Giraldo.
En noviembre de 2018, el colombiano recibió la llamada de Lin, quien le proponía acompañarlo a buscar los restos arqueológicos de la tribu Tayrona en Colombia.
‘Ciudades Perdidas, el dorado ciudad de oro’, fue el título del documental de 45 minutos divididos en tres episodios, que está al aire en el mundo desde el pasado mes de octubre.
Así lograron encontrarla
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Debido a los problemas de acceso al terreno, los expertos utilizaron una tecnología audiovisual conocida como ‘LIDAR’, que consiste en un láser que escanea el terreno desde el aire y revela la topografía del terreno, así como cualquier característica artificial. Con los datos recopilados, Lin y Giraldo lograron crear un mapa en 3D detallado, que reveló las características antiguas de la zona estudiada.
Un descubrimiento de gran importancia para la humanidad
La ciudad encontrada data probablemente del año 800 y se localiza en lo alto de una colina, a unos 1.524 metros de altura, oculto por una densa capa de bosque. Giraldo cree que la ciudadela pudo ser construida por los tayronas.
En su travesía encontraron varias piezas de cerámica, terrazas naturales, entre otros objetos, que confirmaron la presencia de una ciudad antigua previamente desconocida.