El sueño de Gloria Prado, la primera chocoana con maestría en Salud Global de Harvard
Esta mujer logró una maestría en salud pública en una de las mejores universidades del mundo y ahora contribuye para mejorar el sistema de salud en Colombia.
El sueño de la doctora Gloria Prado Pino se cumplió. Su nombre tuvo la admiración del país cuando recibió el diploma en Maestría en Ciencias Médicas en Salud Global de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Así se convirtió en la primera chocoana, colombiana y afrolatina en graduarse del programa. Ahora, con ese conocimiento, llegó al cargo de Secretaria de Salud de Chocó, donde quiere dejar su huella al compartir su conocimiento en la aplicación de cambios sociales que permitan una salud equitativa. Además, buscará llevar equipos médicos a todos los rincones del país y así poder salvar más vidas. Esta es su historia.
Una doctora muy bien preparada
Nació en Quibdó (Chocó) y desde los 15 años empezó a sentir la pasión por la medicina cuando logró ayudar a su tía con quien vivía después de un embarazo complicado. La satisfacción de ayudar a quien lo necesita fue el motor de impulso para decidir estudiar medicina. (Por su tesis, enfermera colombiana obtuvo importante premio internacional)
Cuando terminó sus estudios en el colegio, se trasladó a Bogotá para estudiar en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas. Realizó el internado en el Hospital San Juan de Dios de Armenia y el rural en Quibdó.
Años después y con la firme intención de poder ayudar a la mayor cantidad de personas posibles no solo desde los consultorios, pensó iniciar una maestría en salud pública. (Colombianos crean insecticida contra el dengue y será seguro para personas y el ambiente)
Su destino era hacer la maestría en Harvard
Gloria Prado aplicó al fondo de becas de Colciencias y fue aceptada. Para tomar la beca, la doctora tenía plazo de un año, pero tenía una serie de dilemas como su falta de conocimiento en inglés, dejar a su familia en Colombia, su esposo y una niña de siete años, y además, estaba esperando su segundo hijo. (Tapabocas que se siembran, otra creación del considerado el mejor inventor colombiano)
Fue así como la colombiana tomó el riesgo y se trasladó a Estados Unidos para aprender el idioma. Buscó clases gratuitas y logró aprenderlo para así presentarse a Harvard y realizar su maestría.
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