Un colombiano participa en el lanzamiento de cohetes de la NASA durante una erupción solar
En un esfuerzo conjunto de investigación, la NASA llevó a cabo recientemente el lanzamiento de dos cohetes Black Brant IX desde el Poker Flat Research Range in Fairbanks, Alaska.
Este evento coincidió con una erupción solar de clase M, formando parte de una campaña destinada a estudiar estas explosiones solares.
El físico Juan Camilo Buitrago Casas, graduado de la Universidad Nacional de Colombia, estuvo involucrado en esta iniciativa. La misión tenía como objetivo principal probar nuevos instrumentos diseñados para capturar datos científicos cruciales que contribuyan a una mejor comprensión de las erupciones solares, incluyendo el material expulsado y sus posibles efectos en la Tierra.
Uno de los instrumentos destacados fue el telescopio Foxsi (Focusing Optics X-ray Solar Imager), desarrollado por investigadores de la Universidad de Berkeley en California, la Universidad de Minnesota y colaboradores japoneses. Buitrago-Casas fue parte de este proyecto, que busca obtener radiografías del Sol para profundizar en su estudio.
La campaña, realizada en la única instalación de lanzamiento de cohetes científicos propiedad de una universidad en el mundo, contó con la participación de varios científicos y se gestionó desde el Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska, en colaboración con el Centro de Vuelo Wallops de la NASA.
El proyecto se enmarca en el programa “Low Cost Access to Space” (LCAS), que busca probar nuevas tecnologías en el espacio de manera más económica. Los cohetes transportaban instrumentos como el telescopio Foxsi y otro telescopio solar llamado Hi-C, diseñado para capturar datos en el rango ultravioleta.
La importancia de estudiar erupciones solares radica en su potencial para proporcionar información invaluable sobre la física del Sol, así como su extrapolación a otros fenómenos astrofísicos y aplicaciones en la Tierra, como el uso del plasma en diversos campos, incluida la medicina.
El lanzamiento del 17 de abril fue especialmente significativo, ya que coincidió con una erupción solar deseada. A pesar de los desafíos logísticos y la imprevisibilidad de estos eventos solares, los cohetes fueron lanzados con éxito, proporcionando datos de alta calidad para su análisis.
En cuanto a los riesgos para la Tierra, si bien las erupciones solares pueden afectar a la tecnología satelital y la electrónica, la investigación en este campo ayuda a comprender mejor estos fenómenos y potencialmente a prevenir o mitigar sus impactos.
En resumen, el estudio de las erupciones solares no solo amplía nuestro conocimiento del Sol y el universo, sino que también puede contribuir a la protección de la tecnología terrestre frente a eventos espaciales potencialmente dañinos.