James Rodríguez dedicó sus goles a Salomé, su primer y gran amor
Para todas las niñas consentidas, papá es el primer amor, y James trata a su niña como la princesa que es.
Con lágrimas en los ojos y mucha emotividad, James Rodríguez dedicó sus últimos goles marcados a su hija Salomé, su primer amor que llegó en forma de hija, nacida de la relación que tuvo hace unos años con Daniela Ospina.
El futbolista, a pesar de atravesar por una mala racha en el deporte, sigue construyendo una carrera sólida en la liga griega con el Olimpiacos, que ganó 6-1 en su último encuentro contra el Panetolikos, partido en el que James marcó doblete.
Fueron esos tiros al arco que entraron con fuerza, los que decidió dedicar a la pequeña, quien a pesar de crecer en un hogar dividido, no ha sentido el impacto de un divorcio gracias a sus padres amorosos y presentes.
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Salomé se creció
La pequeña ya es toda una influencer en redes sociales, debido a su pasión por el baile. La niña se mueve como una profesional, muestra clara de que sus padres la apoyan en cada cosa que decide emprender.
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Salomé proyecta confianza, buena actitud y humildad a pesar de ser la hija de una prestigiosa empresaria y del futbolista más famoso del país en los últimos años, con tan solo 9 años.
Con la entrega que demuestran James y Daniela, la niña tiene un futuro brillante por delante.
