En Colombia existe una finca para que los animales de campo se jubilen de viejos
Como las personas, los animales envejecen y llegan a un punto en el que no pueden más. Para ellos, existe un lugar especial.
Una finca de La Calera, Cundinamarca, se ha convertido recientemente en foco de atención de los medios nacionales debido a la noble labor con la que están cambiando el mundo y enviando un contundente mensaje del cuidado a los animales.
Esta, funciona como un hogar para que los animales de campo que ya han cumplido una vida trabajando en estas arduas labores, puedan jubilarse y pasar sus últimos años tranquilos, sin tareas arduas ni esfuerzos que ya no son capaces de mantener.
Lo que era una finca lechera, acabó entonces convertida en el hogar de animales viejos, evitando así la explotación que en muchos casos, los termina matando. (El centro de estética para animales silvestres rescatados: les hacen cirugía plástica)
Ver esta publicación en Instagram
Así es Namigni
Vacas, caballos, burros y más animales, han encontrado en este hermoso hogar la oportunidad de vivir una vida de paz, alejados del trabajo que desempeñaron desde que nacieron. (Más de 12 mil animales silvestres fueron liberados en Colombia durante 2021)
“Estamos totalmente comprometidos con ayudar a lecheros y otros productores agropecuarios que quieran cambiar de actividad al jubilar sus animales, garantizándoles una vida digna, libre y feliz, mientras que construimos con quienes hagan el cambio a actividades alternativas de generación de ingresos que nada tengan que ver con la explotación de animales. Cuando conocimos esta familia de productores lecheros que está en este proceso con nosotros, esta oportunidad se creó para iniciar un proyecto de este tipo, que esperamos que sea apenas el primero de muchos, con otras fincas pecuarias”, dijo Miguel Aparicio, cofundador del ‘santuario de animales’ Namigni, para Radio Nacional de Colombia.
Allí, reciben cualquier tipo de animal, sin ningún requisito más que sus dueños deseen poner un alto a la explotación.
“Dos vaquitas muy mayores fueron entregadas al santuario: ‘Chloé’ y ‘Luanda’. ‘Chloé’ sigue con nosotros y es una abuela bovina muy linda y gigante. Es muy noble y vive feliz en manada. Desafortunadamente, ‘Luanda’ falleció hace unos meses, pero vivió feliz también en manada, con la vida tranquila y de amor que merecía. ‘Lupita’, la burra, vive feliz entre las vacas y toros y sus otros amigos equinos; y ‘Cassilda’, la cabrita abuela, estaba embarazada y ha tenido sus dos bebés, que viven libres y felices con su mamá en el santuario”, contó don Miguel.
Ver esta publicación en Instagram
Si tienes alguna nota positiva que quieras compartir, escríbenos a: tunota@lanotapositiva.com