Biólogo tiene la colección de sonidos naturales más grande de América Latina
Durante 25 años Mauricio Álvarez se ha dedicado a recopilar los sonidos de la naturaleza en diferentes ecosistemas de Colombia.
Gracias a su riqueza natural, Colombia ha logrado destacarse como uno de los países más biodiversos del mundo y aunque conocer sus maravillas es un privilegio, escucharlas puede ser una experiencia única. En el país, existe la Colección de Sonidos Ambientales del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
Esta biblioteca fue fundada en 1998 en Villa de Levya con el nombre de Banco de Sonidos Animales y desde su fundación ha contado con la asesoría de la biblioteca de sonidos naturales (Library of Natural Sounds) de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). (Especies de fauna y flora descubiertas en Colombia durante el 2020, ¡maravillosas!)
Desde la fundación del instituto, un biólogo colombiano ha dedicado su vida a grabar paisajes sonoros e identificar los sonidos para crear una adecuada clasificación de las especies que habitan en determinado territorio o para identificar especies endémicas.
Un biólogo colombiano fue el encargado de crear cada archivo
Durante los últimos 25 años, Mauricio Álvarez ha recorrido selvas y distintos ecosistemas de Colombia, para capturar los sonidos que ofrece la naturaleza. Al ser pionero de esta actividad, a Álvarez se le atribuyen los más de 23.348 archivos de audio que tiene el Instituto. (Los Parques Nacionales Naturales que abrieron sus puertas al ecoturismo)
La experiencia que más ha marcado su vida es la de visitar el río Duda, afluente del río Guayabero en el departamento del Meta, en donde empezó como encargado de la estación primatológica de La Macarena.
“Era adictivo llegar a los sitios de muestreo a las 5 de la mañana, justo antes de que amaneciera. El bosque para ese momento es un lugar lleno de sombras. En la medida en que se va ganando luz, los sonidos empiezan a incrementarse hasta la explosión de un concierto que pocos tenemos el privilegio de apreciar. Es justo en ese momento en que debe empezarse a grabar”, describe Álvarez.
Un trabajo lleno de amor y dedicación
Al inicio de su carrera, este colombiano empleaba una grabadora del tamaño de un maletín para captar los sonidos de la naturaleza. Ahora, gracias al avance de la tecnología, es posible dejar grabadoras digitales en medio de los ecosistemas para tener una mayor cantidad de sonidos.
Por una hora de grabación, el biólogo duraba al menos tres para reconocer los sonidos. Aunque el trabajo no se limita solo a una escucha. Lo ideal según el experto es volver a escuchar los audios después de algunos meses o años para poder identificar otros sonidos que antes pasaron desapercibidos. (7 razones para hacer turismo sostenible ¡Una forma de cuidar la naturaleza!)
Con la colección de sonidos se han producido ocho guías sonoras, principalmente con cantos de aves de registros, especialmente, de la zona Andina.
Un trabajo a favor del medio ambiente
El Instituto Humboldt destaca que el estudio de los paisajes sonoros permite evaluar el estado de conservación de los distintos ecosistemas y conocer el impacto de la intervención humana, así como monitorear la biodiversidad a largo plazo. (Construirán el primer megavivero de mangle rojo del país)
Además, la caracterización de sonidos ambientales permitió que se alcanzara la ampliación de los Parques Nacionales Naturales de Chingaza y la Serranía de Chiribiquete.
Es la colección más completa de América Latina
La colección de sonidos naturales es considerada como la más grande de Colombia con más de 23.348 archivos de audio catalogados y sistematizados en el software Specify. Esta colección contiene registros de especies y de paisajes naturales de audio de alrededor de 551 localidades de los principales ecosistemas, donde predominan la región de los Andes, el Caribe, La Orinoquía y Amazonia, además de 30 departamentos Colombianos.
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