
Tipos de contrato en Colombia: guía esencial para impulsar el talento y proteger a su empresa
Una gestión adecuada de los contratos laborales puede marcar la diferencia entre el éxito organizacional y los riesgos legales.
Elegir y gestionar correctamente los tipos de contrato laboral no solo garantiza el cumplimiento de la normativa colombiana, sino que también fortalece el bienestar de los colaboradores y mejora el rendimiento de las organizaciones. En un entorno laboral que cada vez exige más transparencia y eficiencia, comprender las modalidades contractuales vigentes en Colombia es clave para construir relaciones sostenibles con el talento humano.
De acuerdo con Buk, software especializado en gestión de personas, conocer las características de cada contrato y aplicar herramientas tecnológicas para su administración puede optimizar los procesos internos y prevenir sanciones. Aquí le explicamos los siete tipos de contrato más usados en Colombia y cómo aprovecharlos estratégicamente.
1. Contrato a término indefinido: estabilidad para el talento
Esta modalidad no tiene fecha de finalización, lo que permite establecer relaciones laborales a largo plazo. Favorece el compromiso y la permanencia del colaborador, quien accede a todas las prestaciones sociales por ley. Para las empresas, representa una inversión predecible que permite construir una cultura organizacional sólida basada en el crecimiento profesional.
2. Contrato a término fijo: ideal para necesidades específicas
Tiene una duración definida desde el inicio y debe constar por escrito. Es común en proyectos temporales o reemplazos. Es esencial que la empresa lleve control de las fechas de vencimiento y sea clara con las condiciones de renovación. Aunque su duración es limitada, el trabajador conserva prestaciones proporcionales.
3. Contrato por obra o labor: enfoque en tareas puntuales
Se utiliza para trabajos que finalizan con la entrega de un proyecto específico, muy común en sectores como la construcción o la tecnología. Requiere definir con precisión el alcance desde el inicio y mantener informados a los colaboradores sobre el avance y los términos de finalización.
4. Contrato de aprendizaje: formación para el futuro laboral
Diseñado para estudiantes técnicos o universitarios que deben realizar prácticas obligatorias, este contrato ofrece un apoyo económico mensual, afiliación a salud y riesgos laborales, pero no salario. La empresa asume un rol formador, mientras el aprendiz obtiene experiencia y cumple con requisitos académicos.
5. Contrato temporal: soluciones para necesidades operativas
Se formaliza a través de una empresa de servicios temporales (EST), aunque el trabajador presta servicios a otra empresa. Es útil para cubrir licencias, vacaciones o aumentos en la demanda. Exige coordinación entre todas las partes para garantizar condiciones laborales adecuadas y una experiencia positiva para el empleado.
6. Contrato por horas: flexibilidad con garantías
Permite remunerar solo el tiempo efectivamente trabajado, garantizando los aportes proporcionales a seguridad social. Es ideal para jornadas parciales, clases u oficios esporádicos. La clave está en llevar un registro preciso del tiempo y asegurar el cumplimiento de derechos laborales mínimos.
7. Contrato de prestación de servicios: autonomía sin relación laboral
De carácter civil o comercial, no genera vínculo laboral. El contratista trabaja de forma independiente, asume su afiliación a seguridad social y no recibe prestaciones laborales. Requiere una relación basada en el respeto mutuo, comunicación clara y cumplimiento estricto de los acuerdos.
Formalizar sí paga
Según el DANE, el 44,1 % de los trabajadores en Colombia tienen un contrato formal con acceso a seguridad social y prestaciones. El restante 55,9 % sigue en condiciones de informalidad, lo que limita sus derechos y los expone a vulnerabilidades.
Gestionar adecuadamente los contratos no solo protege legalmente a las empresas, sino que mejora la experiencia laboral, promueve la confianza y potencia el desarrollo del talento. Herramientas como Buk permiten a las organizaciones digitalizar estos procesos, reducir errores y cumplir la normativa sin complicaciones.