Manglares del Bajo Baudó, la nueva área protegida del Pacífico colombiano
Más de 20 comunidades agrupadas en 10 consejos comunitarios fueron las encargadas de consolidar la estrategia de protección de esta zona natural.
El departamento del Chocó es privilegiado por tener los Manglares del Bajo Baudó, y para conservar las miles de hectáreas de este paraíso de la biodiversidad, se tomarán iniciativas para reducir la pesca y tala indiscriminadas.
¿Cómo se ejecutará el plan de protección?
Según la corporación autónoma regional para el desarrollo sostenible del Chocó, Codechocó, con la declaratoria oficial del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI), de ahora en adelante se debe contar con un plan de manejo que garantizará uso sostenible y conservación de ecosistemas estratégicos si desean extraer “la piangua”, un molusco de conchas negras, similar a la almeja, que solo se encuentra en estos ecosistemas en Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, y parte norte de Perú. La medida también aplica para la extracción de peces, acciones de agricultura, entre otras actividades que sustentan la economía de cientos de habitantes del Bajo Baudó.
¿Por qué es considerado un paraíso colombiano?
Los Manglares del Bajo Baudó se componen exactamente de 314.562 hectáreas de gran biodiversidad y riqueza natural que incluye peces, crustáceos, moluscos, mamíferos, reptiles, anfibios y aves. Además, hace parte de la ruta migratoria de la ballena jorobada, es zona de congregación de tiburones y allí ponen sus huevos tortugas como la tortuga Carey (Eretmochelys imbricata), la Verde (Chelonia mydas) y la Golfina (Lepidochelys olivacea).
Quieren ser un referente
“El proceso de Bajo Baudó debe ser un ejemplo en la costa Pacífica y para otros distritos como Cabo Manglares, partiendo del buen liderazgo de la autoridad ambiental, en este caso Codechocó, que permitió una labor eficiente y participativa entre los distintos actores. Las comunidades estuvieron presentes en todo el proceso y fue construido con ellos”, comentó Stella Gómez Giraldo, oficial Marino Costero de WWF-Colombia. Además de las comunidades, uno de los aspectos a resaltar del proceso es la articulación y el buen trabajo en conjunto que se logró las organizaciones y las instituciones gubernamentales que participaron en esta declaratoria.