Descubren extraña adaptación de las ranas Pristimantis de páramo, en su piel y sus glándulas
Se descubrieron especies de este género que habitan los páramos y que presentan en su piel voluminosos parches glandulares con distintas funciones, algo que se desconocía sobre ellas.
En los páramos, que se encuentran en las cordilleras de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, existe una notable diversidad de especies de ranas Pristimantis, llegando a un total de 83. Esta riqueza biológica ha llevado al Grupo de Ecología Funcional y Evolución del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y al Museo de Zoología de la Universidad San Francisco de Quito (Ecuador) a investigar las causas de la presencia de glándulas grandes en las ranas, su distribución en diferentes especies de los páramos, y la relación entre ecología y morfología en estos animales.
Para llevar a cabo el estudio, se analizaron 273 individuos de 32 especies diferentes de Pristimantis procedentes de los páramos colombianos y ecuatorianos. Se extrajeron tres muestras de piel de diferentes partes del cuerpo y se utilizaron técnicas histológicas para identificar la anatomía de la piel, incluyendo las glándulas presentes y sus características. Esto se logró mediante la observación de la reacción de las muestras a diferentes tintes, utilizando el método de tinción y observando los resultados a través del microscopio.
“Además se realizaron diversas mediciones corporales, se extrajo información sobre las características externas y las dimensiones relativas de los animales, datos sobre su ecología y la distribución de todas las especies que se han registrado en los páramos”, asegura el biólogo Juan Carlos Sánchez, magíster en Ciencias – Biología de la UNAL e integrante de la investigación.
Les presento a la nueva especie de rana, Pristimantis daquilemai, nombrado en honor al líder Puruhá Fernando Daquilema quien lideró el primer levantamiento indígena en Ecuador en 1871. Se acaba de publicar el artículo en Zootaxa! pic.twitter.com/nhOX3T5sIs
— David Brito (@DBritoZap) December 1, 2021
La increíble adaptación
Se ha descubierto que los individuos del género Pristimantis que habitan en los páramos poseen dos tipos de glándulas en su piel. El primero son las glándulas mucosas, presentes en todos los anfibios y que desempeñan funciones relacionadas con la respiración, la regulación de la temperatura y el equilibrio hídrico. El segundo tipo son las glándulas acinares, las cuales son distintas y novedosas.
Estas glándulas presentan diferencias en tamaño, forma y distribución, lo que indica un alto nivel de especialización en sus funciones. Una de las funciones destacadas de estas glándulas es su capacidad para proporcionar protección a estos anfibios y permitirles sobrevivir en condiciones de temperaturas extremas.
Hay ranas que tienen ojos que son demasiado hermosos. Esta es una de ellas 😍
Se traba de una pequeñita rana de lluvia (Pristimantis cruentus), que habita de Costa Rica a Colombia. pic.twitter.com/x3E1HhwXii
— Andres Novales (@NovalesWildlife) September 10, 2022
“Las sustancias segregadas pueden ser de tres tipos y su función depende de factores como el tamaño de las glándulas y la distribución en la piel; las secreciones de las especies con los abultamientos más grandes se relacionan con la producción de alcaloides, como un sistema de defensa contra depredadores”, explica el investigador.
Las especies que habitan en áreas más resguardadas del clima del páramo se caracterizan por tener una apariencia tuberculada y una coloración que les permite camuflarse. En general, estas especies poseen glándulas más pequeñas y menos numerosas en comparación con aquellas que viven en áreas más expuestas. Esto demuestra su capacidad de adaptación al entorno.
Por otro lado, se ha identificado que las especies con una apariencia lisa y una coloración llamativa, y que presentan grandes glándulas detrás de la cabeza y en las patas (delanteras y traseras), son tóxicas.
Empezamos el año 2022 con dos nuevas especies de ranas Pristimantis en el Corredor Llanganates-Sangay. Está zona con alta riqueza y heterogeneidad entre sus comunidades, contiene varios linajes nuevos en proceso de descripción.https://t.co/c9Cp2rLUe5 pic.twitter.com/0iRkE1gH4y
— Mario H. Yánez-Muñoz (@Mayamu11) January 10, 2022
Hasta ahora, las investigaciones realizadas en el género Pristimantis se habían centrado principalmente en aspectos de taxonomía, sin profundizar en su anatomía, ecología o morfología funcional. Por lo tanto, estos descubrimientos representan un aporte significativo al entendimiento de su adaptación a estos entornos, ampliando nuestro conocimiento más allá de la clasificación de las especies.
“La alta especificidad de este tipo de glándulas también las vuelve especies vulnerables, ya que solo pueden vivir en ese lugar, que hoy está amenazado por factores como la destrucción y el deterioro de los páramos, la reducción de la calidad ambiental, la contaminación y la introducción de especies invasoras. Un ejemplo importante es la disminución de sapos arlequines, autóctonos en el país, que están en un gran riesgo de extinción”, indica el biólogo.