
¿Tiene un loro en casa? Esto podría costarle una multa bastante alta
Tener un loro como mascota puede parecer inofensivo para algunos, pero en Colombia esto constituye una infracción ambiental sancionada con una multa de $393.440 pesos. Así lo establece el Ministerio de Justicia, al clasificar esta falta como una medida correctiva de tipo 3, orientada a frenar el tráfico y la tenencia ilegal de especies silvestres.
¿Por qué no se puede tener un loro en casa?
Los loros son aves silvestres protegidas por la legislación ambiental colombiana. Muchas de las especies que circulan como mascotas provienen del tráfico ilegal de fauna, un delito que pone en riesgo su supervivencia. La tenencia de estas aves, especialmente si fueron extraídas de su hábitat natural, contribuye a la pérdida de biodiversidad y al deterioro de los ecosistemas.
Además del pago de la multa, la Policía Ambiental decomisará el ave, la cual será entregada a una entidad especializada que determinará si puede ser reinsertada en su entorno o si debe ser cuidada de forma permanente en una reserva o zoológico.
¿Qué hacer si ya tiene un loro?
Si tiene un loro y no cuenta con documentos que certifiquen su procedencia legal, las autoridades recomiendan hacer una entrega voluntaria ante entidades como la CAR o la Corporación Autónoma Regional correspondiente. Este proceso evita sanciones legales y garantiza que el ave reciba atención adecuada, sin someterla a condiciones de estrés o maltrato.
Más que una mascota: los loros pueden vivir hasta 80 años
Algunos loros colombianos pueden vivir entre 20 y 80 años, dependiendo de su especie y condiciones de vida. Especies como las guacamayas, por ejemplo, pueden alcanzar varias décadas de vida en libertad. Esta longevidad refleja su compleja biología y su necesidad de vivir en entornos naturales amplios, algo que una jaula en casa simplemente no puede ofrecer.
Protegerlos es responsabilidad de todos
Combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre es fundamental para conservar la biodiversidad del país. Aunque un loro en casa puede parecer inofensivo o incluso una compañía entrañable, es esencial entender que su lugar está en la naturaleza, no en una jaula.