Así fue el triángulo amoroso que marcó el principio del fin para ‘El Chavo del 8’
La serie, aunque graciosa y muy querida, tuvo demasiados problemas personales entre los actores.
El emblemático programa de televisión El Chavo del 8, que ha dejado una huella imborrable en la cultura popular, estuvo envuelto en un intrigante triángulo amoroso que finalmente dejó su marca en el destino de la exitosa serie.
La historia comenzó cuando Florinda Meza, quien interpretaba a Doña Florinda, conoció a Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito, el creador del programa y protagonista del entrañable personaje de El Chavo. A pesar de la diferencia de edad y del hecho de que Chespirito estaba casado con la argentina Graciela Fernández y tenía seis hijos, surgió una intensa atracción entre ellos.
Durante casi cinco años, Chespirito intentó seducir a Florinda, pero fue en vano hasta que finalmente ella accedió a darle un beso. Sin embargo, se reveló que en realidad Florinda había tenido un romance secreto con otro miembro del elenco, Carlos Villagrán, quien interpretaba a Quico. Mantuvieron su relación en secreto debido a que Villagrán estaba casado en ese momento.
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Fue recién en 2011 cuando Villagrán reveló públicamente que había tenido una relación amorosa con Florinda durante cinco años, la cual terminó poco antes del debut de El Chavo del 8. Después de esta ruptura, Chespirito aprovechó la oportunidad y comenzó a cortejar a Florinda, a pesar de las objeciones de ella debido a su matrimonio y paternidad.
Por fin juntos
La consolidación de la relación entre Florinda y Chespirito no estuvo exenta de dificultades. A Florinda la apodaron “la roba maridos” y a Chespirito, “el padre abandonado”. Sin embargo, la pareja se fortaleció y en 2004 decidieron formalizar su unión ante la ley.
La relación amorosa entre Florinda y Chespirito generó tensiones entre los miembros del elenco de El Chavo del 8. Florinda pasó de ser una simple empleada a ser la esposa del jefe, lo que generó roces y celos profesionales. Carlos Villagrán afirmó que comenzaron a surgir rivalidades, ya que el público prefería a Quico sobre El Chavo.
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Después de ocho años de transmisión, el programa llegó a su fin, y se atribuye en parte a las complicaciones generadas por este triángulo amoroso y las tensiones internas en el elenco.
La historia de amor entre Florinda Meza y Roberto Gómez Bolaños, aunque llena de obstáculos y controversias, deja un legado en la memoria de millones de fanáticos de El Chavo del 8, quienes recordarán la icónica serie como un hito en la televisión y en la historia del entretenimiento.