La historia de Jo, la mujer que no siente dolor, miedo ni ansiedad
Todo comenzó un día en el que amaneció sin poder mover la mano, desde entonces, su vida dio un giro inesperado.
Como si se tratara de Superman en la vida real, Jo Cameron es el blanco de una extraña mutación genética que no le permite sentir dolor aunque se corte, se golpee o sufra algún accidente.
Las mutaciones genéticas son cambios en la secuencia del ADN que pueden ocurrir de forma natural y espontánea. Estas pueden afectar a un solo gen o a un grupo de genes, y pueden tener diferentes consecuencias en los organismos, desde cambios imperceptibles hasta alteraciones significativas en su funcionamiento.
Es importante destacar que las mutaciones genéticas no siempre son perjudiciales. De hecho, algunas mutaciones pueden ser beneficiosas y proporcionar a los organismos una ventaja evolutiva. Estas mutaciones beneficiosas pueden permitir la adaptación a nuevos entornos o conferir resistencia a enfermedades. (Científica colombiana hace historia: es la más joven en recibir patente de la Unión Europea)
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Puede ser este el caso de la mujer de 75 años, que vive en las tierras altas de Escocia, y cuya historia se hizo viral en el 2019, luego de que médicos descubrieron que las mutaciones en el gen FAAH-OUT causaron en ella una capacidad sobrehumana.
¡No siente dolor!
Jo no siente dolor, estrés o miedo, por lo que es sujeto de estudio en la University College of London (UCL), con el objetivo de crear nuevos tratamientos contra el dolor y la ansiedad; su caso se ha convertido en una oportunidad para la ciencia. (Los influencers colombianos con mayor compromiso en la protección ambiental)
De acuerdo a ‘The Brain’, la mutación de Jo ocasiona que se “apague” la expresión del gen FAAH, y altera sus vías moleculares que se vinculan a la cicatrización de heridas y el estado de ánimo, algo de lo que no era consciente sino hasta que tuvo que acudir al hospital hace algunos años ya que no podía mover la mano.
Los médicos quedaron estupefactos al darse cuenta que tenía su mano completamente rota y por eso no la podía mover, no obstante, no sentía ninguna clase de dolor. “Antes de entrar al quirófano hicimos bromas cuando les aseguré que no necesitaría calmantes (…) Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que nunca había necesitado analgésicos. Pero si no los necesitas, no preguntas por qué no”, dijo Cameron a la ‘BBC’ en el 2019.