El emprendimiento que se reinventó y continúa ayudando a los campesinos caficultores
Convencieron a los pequeños productores de dejar café de exportación para tener insumos de calidad en su tienda.
David Arias y Jennifer Lozano son una pareja de emprendedores que usando el café como materia prima y con el anhelo de ser más independientes y tener más tiempo en pareja, dejaron la gran capital colombiana y se radicaron en Ibagué, en el departamento del Tolima. (Camionero colombiano se convierte en youtuber para mejorar la imagen de su gremio)
Haciendo uso de sus conocimientos como administrador de empresas y de su herencia cafetera, David se dio cuenta que lo que le faltaba al negocio de su familia era la venta al cliente, ya que ellos realizaban en el municipio de Líbano el cultivo, recolección y tostión del café. Así nació la tienda ‘Don Ovidio’, en honor a su abuelo, lugar donde también tendría acogida el café que campesinos de la región les suministrarían para venderlo de forma directa y aún mejor precio para el consumidor, siendo más competitivos. (Famoso youtuber colombiano compró la tienda completa a un anciano ¡Una gran ayuda!)
El establecimiento es especializado para que los consumidores, muchos de ellos turistas, puedan probar y comprar café traído directamente del campo, al mismo tiempo que aprenden sobre la cultura cafetera. “Lo que podíamos ver era que no existía en el mercado esa relación directa entre el caficultor con el cliente. También veíamos que en Colombia, pese a ser un país cafetero, no tenía conocimiento sobre este producto, no saben qué variedad están tomando, qué proceso se llevó a cabo en su producción, de qué finca vino, etc.”, comentó Arias a Dinero. (Hotel pagó a sus empleados sueldos durante la cuarentena y joven agradece de esta manera)
El negocio empezó a crecer y empezaron a necesitar proveedores, y el emprendimiento familiar se convirtió en la ventana para mostrar y vender el café que producen más de 10 caficultores del norte y sur del Tolima, y de una familia caficultora del Huila. Sin embargo, también fueron golpeados por la pandemia, y fue entonces cuando salieron al rescate los conocimientos de Jennifer, que aunque ya se había formado como barista, su formación de comunicadora social llevó el negocio de lo físico a lo digital.
“Muchas veces nos sentimos pequeños por nuestra facturación, nivel de clientes o cantidad de empleados. Pero más allá de eso tenemos que demostrar que somos empresarios, que sí podemos mantenernos en pie frente a las adversidades y que estamos llamados a ser grandes, y más en un país como Colombia en el que cada vez necesitamos más personas que crean en el país, en sus productos, en el campo y en que claro, hacemos las cosas bien”, agregó Arias en la entrevista con Dinero.
Ahora solo esperan seguir creciendo en las plataformas web al mismo tiempo que preparan su establecimiento para que al llegar la normalidad, puedan seguir recibiendo más consumidores y generando más empleo con base en el café.
*Con información del portal Dinero.