Veterinario en Bucaramanga creó la primera ambulancia para perros y gatos desamparados
Es consciente que no gana dinero, pero su amor por los animales lo llevó a recorrer las vías de Bucaramanga en búsqueda de pacientes.
En un viejo jeep Willys, que era de la parroquia de San Vicente de Chucurí, Santander se mueve el médico veterinario Alejandro Sotomonte Niño, el defensor de las mascotas en Bucaramanga. El vehículo modelo 75 es la única ambulancia que atiende casos de perros, gatos y otros animales en situación de vulnerabilidad.
Alejandro, médico veterinario, egresado de Unipaz, recordó que Fanat, la fundación que dirige fue creada por un grupo de pensionados, algunos de los cuales ya murieron.
En su labor, ha conocido casos tan sonados como el de Nube Viajera, una perra de raza criolla que fue abandonada por sus amos quienes viajaron a algún lugar desde el aeropuerto Palonegro de Bucaramanga. La perrita murió a las 48 horas de haber sido recogida por Alejandro debido a la depresión.
Otro caso que llamó la atención de la opinión pública fue el de Pasajera, una perra criolla que se encontraba desorientada en el sistema masivo de transportes de Bucaramanga, Metrolínea. Alertado sobre la presencia del can, en la estación de Provenza, el médico Sotomonte acudió al llamado y se encontró con que el animalito entiende algunos comandos lo que supone que es un perro lazarillo de algún discapacitado.
Historias como las de los dos perros discurre la vida del hombre que lucha por concretar el proyecto de un hogar de bienestar animal en la capital de Santander. Lamenta que el alcalde Rodolfo Hernández Suárez no haya cumplido la promesa hecha en campaña y advierte que el centro que construirán las autoridades de Floridablanca es muy pequeño.
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