La historia de Alexandra, una madre cabeza de hogar que estudió becada en una universidad de Colombia
A sus 36 años, Alexandra logró ser profesional y ahora busca abrirse puertas en el mercado laboral.
En Colombia se estima que al finalizar el año haya más de 25 millones 200 mil mujeres según las cifras proyectadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). De estas mujeres el 56% son madres cabezas de familia y solo el 41,9% tiene alguna ocupación laboral fuera del hogar.
Este no fue el caso de una mujer colombiana que con el objetivo de darle lo mejor a su hija, empezó a trabajar a los 18 años y ahora con 36, espera su grado como ingeniera de una universidad en Colombia.
Ser madre soltera no es un impedimento para cumplir sueños
Cuando nació su hija, Alexandra tenía diferentes sueños por cumplir, viajar, empezar una carrera, tener casa propia y muchos de los objetivos que tiene un joven a los 18 años. Sin embargo, su realidad cambió cuando quedó embarazada. La llegada de su hija llenó de felicidad su vida pero también aplazó sus sueños.
Por temas económicos fue necesario que empezara a trabajar y sin algún estudio o experiencia, se arriesgó a buscar en todas las empresas hasta que finalmente se le abrieron las puertas y empezó su vida laboral.
Una mujer luchadora que se le medía a cualquier trabajo
Después del nacimiento de su hija, las prioridades cambiaron. Ahora, estaba enfocada en los cuidados que necesitaba su bebé y para cumplir con su deseo de darle lo mejor a su pequeña, ocupo diferentes cargos.
Fue mesera en un bar nocturno, archivadora en una empresa, encuestadora puerta a puerta, estilista en un salón de belleza, impulsadora de productos en almacenes de cadena y empleada del servicio.
Con una beca cumplió su sueño de ir a la universidad
Uno de los trabajos que recuerda con más cariño fue en una empresa de cosméticos en donde pudo realizar un curso de estética y belleza, lo que la llevó nuevamente a tomar clases y revivir su sueño de ser profesional.
Con un conocimiento en colorimetría se propuso a capacitar a las empleadas de salones de belleza y gracias a una sugerencia de una de sus primas, pensó en realizar un pregrado virtual en la Universidad Politécnico Grancolombiano.
En 2015, Alexandra empezó a estudiar y por su situación económica tenía el propósito de ganar una beca. En tercer semestre tenía un promedio superior a 4.5 y la universidad le otorgó la beca que necesitaba del 50% en el valor de la matrícula. Cuatro años después, terminó su carrera de ingeniería y está a punto de graduarse con honores.
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