Con grandes avances médicos y tecnológicos se reconstruyó la piel de Natalia Ponce de León
La colombiana ha inspirado a cientos de personas que han sido víctimas de ataques con ácido para que salgan a la calle sin complejos y dispuestas a seguir haciendo sus sueños realidad.
Natalia Ponce de León es una mujer aguerrida y una líder que ha logrado unir al país por la defensa de los derechos de las mujeres. Desde marzo de 2014 cuando sufrió un ataque con ácido, su vida cambió. Sin embargo, esta luchadora estuvo rodeada de su familia que fue un pilar importante para que su evolución médica fuera satisfactoria y así pudiera disfrutar de la vida.
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Para la colombiana su proceso fue un renacer del alma y el cuerpo debido a que por sus quemaduras tuvo que ser intervenida en 35 oportunidades. Gracias a las innovaciones médicas fue posible reconstruir su rostro.
Este fue el tratamiento que salvo su rostro
La Glyaderm, desarrollada por Ali Pirayesh, cirujano plástico de la Universidad de Leiden (Holanda), es un tejido artificial que resulta de extraer la dermis (la capa de la piel que concentra el colágeno) de los tejidos de cadáveres que se guardan en los bancos de piel, como el Hemocentro Distrital, en Bogotá.
Al implantarse en el rostro o en las zonas afectadas, la Glyaderm se adhiere al cuerpo y sobre ella se implantan capas finas de epidermis que son extraídas del mismo paciente. En el caso de Natalia, estas capas resultaron de su cuero cabelludo, buscando mantener el color y la textura de la piel original.
“Esta piel se logra cuando un paciente dona parte de su piel, entonces tiene las células del donante nosotros encontramos un proceso para quitar las células del donante, solamente dejamos como la matriz y las células del paciente quemado que entran con las células y hacen la capa dérmica; es una matriz de elastina y colágeno”, explicó el médico a RCN Radio.
Una ley en su nombre que protege a las mujeres
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La norma convierte las agresiones con agentes químicos en un delito en sí mismo, cuando antes se las juzgaba como una lesión personal. La ley establece que quien le cause daño a otro “usando para ello cualquier tipo de agente químico” recibirá una condena de entre 12 y 20 años de cárcel. Las penas aumentan hasta los 30 años de presidio si el ataque causa deformidad o daño permanente en la víctima.
Una mujer valiente que luchó por salir adelante
Natalia tuvo la fortaleza de crear una nueva perspectiva y se convirtió en la voz de las mujeres que sufre violencia de todo tipo. Además, ha inspirado a cientos de personas que han sido víctimas de ataques con ácido para que salgan a la calle sin pena, sin complejos y dispuestas a seguir haciendo sus sueños realidad.
Su fundación apoya a otras mujeres
Natalia Ponce de León, creó también una fundación que lleva su nombre para defender, promover y proteger los derechos humanos de las personas víctimas de ataques con químicos. Busca prestar asesoría y acompañamiento psicológico y legal a personas atacadas en Colombia.
Desde 2016, forma parte de la iniciativa “No más máscaras” en la que se pide a las víctimas de ataques con ácido que compartan una foto de su cara desfigurada para concienciar a la sociedad colombiana.
La BBC de Londres la ha reconocido como una figura “inspiradora y de gran coraje”; CNN la escogió como una de las mujeres más influyentes de 2016, año en que se sancionó la ley Natalia Ponce. “Me propuse perdonar, estar libre y olvidar”, ha dicho Natalia Ponce. “Hay que seguir adelante”.
¿Qué hacer ante una quemadura con ácido?
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Lo principal es el lavado con agua y aplicación de jabón, explicó Jorge Luis Gaviria, cirujano especializado del Hospital Simón Bolívar de Bogotá, que trató a Natalia Ponce de León, además da algunas recomendaciones:
- Es importante que la persona que ayuda no se convierta en segunda víctima, que cuide sus manos.
- No se arranque la ropa de la víctima, sino que se corte.
- Trate de secar con una toalla de papel absorbente la sustancia química
- Luego lavado con agua limpia, durante unos 20 minutos, seguido por aplicación de jabón líquido unos 15 minutos.
El proceso, indica Gaviria, se debe repetir hasta que llegue la ambulancia y la persona sea llevada a un centro de quemados especializado.