En la Universidad Nacional avistaron el primer copetón de corona blanca, único en Sudamérica
Investigadores de la Universidad Nacional encontraron el ave conocida como copetón en zonas cercanas al campus.
El pasado 5 de junio (2019), el profesor Andrés Cuervo, investigador del Departamento de Biología de la Universidad Nacional, encontró un gorrión en las instalaciones de la universidad. La especie es Zonotrichia leucophrys, conocido comúnmente como gorrión de Corona Blanca. Esta ave de aproximadamente 18 centímetros de largo y es originaria de Estados Unidos.
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“Después de encontrar a esta ave, un biólogo de la Universidad nos informó que durante el conteo mundial de aves Global Bird Day había avistado y fotografiado a este pájaro en el mismo lugar donde lo encontramos y pensaron que era un copetón anómalo”, cuenta el profesor Andrés Cuervo.
¿Cómo llegó esta especie norteamericana a Colombia?
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Esta especie solo migra desde y hacia el Norte de América. Incluso pueden llegar a algunas zonas de México. Sin embargo, esta ave logró llegar a Colombia como parte de su proceso migratorio.
En el mundo existen solo cinco especies de estos copetones, como son llamados también de manera común. Una de ellas, es colombiana: el copetón criollo. Las otras cuatro son aves migratorias principalmente de Estados Unidos y Canadá.
“En Suramérica nunca se había reportado esta especie de ave que vive en Norte América. Es muy curioso porque no sabemos cómo llegó hasta la Universidad Nacional”, indicó el docente.
Las condiciones del terreno donde fue ubicada, la elevación y el clima de Bogotá, fueron algunas de las particularidades que encontró en el campus para quedarse.
El copetón criollo y el de corona blanca son diferencias
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A diferencia del copetón criollo de color rojizo y propio del país, este macho de cola larga tiene rayas blancas y negras en su cabeza, cara gris, partes superiores veteadas de color marrón, alas marrones con barras y pecho gris claro. Se alimentan principalmente de insectos y semillas u otras partes de las plantas.
En la Universidad Nacional quiere investigar y cuidar a esta especie
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Para Cuervo, el gorrión puede tener un “destino fatal tonto” dado el alto riesgo de chocar con un edificio de Bogotá, algún carro o devorado por un gato.
“Este animal sin duda se perdió de su grupo de migración. Una de las hipótesis que tenemos, tiene que ver con el tráfico ilegal. Creemos que tal vez, el ave fue capturada y por alguna razón terminó en nuestro campus”, señaló.
Por ahora, los investigadores estudiarán las posibles causas de la ‘desorientación’ del gorrión que le costó llegar a un lugar nunca antes imaginado y con muchos peligros.
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